El campamento de verano más hot y divertido en el que estarás jamás.
¿Se te ocurre algo peor que pasar todo el verano en un campamento? Igual con siete años la idea te emociona, pero con diecisiete ya no, y menos cuando tienes tu propio planazo.
Samanta va obligada y sin demasiadas expectativas, sin saber que ese campamento puede cambiarle la vida.
Dylan es un apasionado del surf que no duda en declararle la guerra a la chica nueva en cuanto tiene la oportunidad.
La idea de viajar a Sajalín, una remota y enorme isla en aguas del Pacífico, al norte de Japón, que albergaba en la época una colonia penitenciaria, y escribir «cien o doscientas páginas» sobre ella se le ocurrió a Chéjov a principios de la década de 1890. Pese a la oposición de su familia y su editor, él decía que de ese modo podría «saldar una deuda que he contraído con la medicina» y que le serviría de base para su tesis doctoral (que luego, una vez realizada, no sería aceptada). Pero al mismo tiempo estaba convencido de su profundo interés social: «A excepción de la Cayena en la actualidad y de lo que Australia era en el pasado, Sajalín es el único lugar donde se puede estudiar la colonización por parte de delincuentes». Al volver, escribiría: «Ahora sé muchas cosas, pero la impresión que me ha dejado el viaje es bastante penosa. Mientras estaba en Sajalín sólo sentía en mi interior un sabor amargo, como después de haber comido mantequilla rancia; ahora, en cambio, Sajalín se me aparece en el recuerdo como un verdadero infierno».
Wiesbaden, 1951. Al Café del Ángel le ha salido competencia. Junto al tradicional establecimiento de la familia Koch ha abierto otro más moderno: el Café del Rey. Mientras Hilde Koch intenta en vano convencer a sus padres para que modernicen el local, su gran amor, por el que tanto ha luchado, parece a punto de resquebrajarse.
A su hermano August tampoco le van mejor las cosas. Cuando regresa a Alemania, tras haber sido prisionero de guerra de los rusos, comienza a sentirse atraído precisamente por una misteriosa joven rusa, cuya llegada amenaza con dividir a la familia...
This is not how Liv wanted to see Jake Glasswell for the first time in ten years. Once her high school rival and the prom date who humiliated her, now a successful TV personality, he’s more attractive than he has any right to be. And he’s her Lyft passenger.
Since the prom night kiss that never was, Liv’s life has not gone to plan. She deferred Julliard to be with her mom during a crisis, and now swears she’s happy as a recently furloughed drama teacher going on no-strings dates. This weekend she’s maid of honor to her best friend, Masha, and, of course, Jake is the best man. But when Liv glares into Jake’s eyes as Masha says, “I do,” the universe turns on its axis and Liv is suddenly living a version of her life where prom night was the beginning of her and Jake, not the end, and it turns out he’s the love of her life. The catch? Her mom and Masha hate her now. What’s in a kiss? Maybe everything.
Los perros han sido protagonistas de las vidas y las obras de numerosos autores a lo largo de la historia de la literatura. Perros inolvidables, con o sin pedigrí, de todos los tamaños, edades, razas y caracteres han protagonizado e inspirado grandes relatos y aventuras. En la presente antología descubrirás a grandes autores amantes de los canes de la talla de Emilia Pardo Bazán, Virginia Woolf, Jack London, Mark Twain, Lev Tolstoi, Chesterton o Kafka, entre muchos otros. Esta selección compuesta por relatos y poemas clásicos conmovedores, y también provocadores, sin duda deleitará a los amantes de los perros. Una obra imprescindible para conocer mejor a tu fiel compañero.
Su protagonista, Christopher Boone, es uno de los más originales que han surgido en el panorama de la narrativa internacional en los últimos años, y está destinado a convertirse en un héroe literario universal de la talla de Oliver Twist y Holden Caulfield. A sus quince años, Christopher conoce las capitales de todos los países del mundo, puede explicar la teoría de la relatividad y recitar los números primos hasta el 7.507, pero le cuesta relacionarse con otros seres humanos. Le gustan las listas, los esquemas y la verdad, pero odia el amarillo, el marrón y el contacto físico. Si bien nunca ha ido solo más allá de la tienda de la esquina, la noche que el perro de una vecina aparece atravesado por un horcón, Christopher decide iniciar la búsqueda del culpable.