Triunfo del esplendor verbal y el sabio arte constructor de Alejo Carpentier, El siglo de las luces es una de las grandes novelas en lengua española de nuestro siglo.
Carlos y Sofia viven en una delirante disciplina de deshoras que les lleva a acostarse con el alba, a comer cuando tienen hambre y a vagar por los pasillos donde se acumulan los muebles apolillados. Víctor Hugues se introduce en sus vidas y se hace indispensable para los adolescentes. Con él entrará la vida y las nuevas ideas del siglo XVIII.
EL VIEJO Y EL MAR es uno de los relatos más bellos jamás escritos. Un viejo pescador emprende su última travesía de pesca y lograr dar con una gran pieza contra la que tendrá que luchar duramente. Cuando por fin consiga matarla, se verá obligado, por su desmesurado tamaño, a atarla a un costado de la barca, y de regreso a l a costa tendrá que afrontar los ataques de los tiburones a su pieza. La vejez, el mar, la lucha del hombre con la naturaleza, el esfuerzo físico, la derrota y la victoria, el sol del trópico o el destino son algunos de los elementos con que Hemingway teje esta verdadera historia inmortal.
«Elena Poniatowska entiende sus crónicas como un radar de voces que no deben perderse.» (Juan Villoro)
Octubre de 1921. Angelina Beloff, pintora rusa exiliada en París, envía una carta tras otra a su amado Diego Rivera, su compañero desde hace diez años, que la ha dejado abandonada y se ha marchado a México sin ella. Angelina, a quien Diego se dirige con el diminutivo de Quiela, fue la primera esposa del muralista mexicano y una excelente pintora, eclipsada por el genio de su marido. Su relación, marcada por la pobreza y por la tiranía de Rivera, fue tormentosa, y la adoración de Quiele, incondicional. Brutal, ególatra, irresistible, Rivera se nos dibuja como un monstruo que hace su voluntad en el arte y el amor. «Ella me dio todo lo que una mujer puede dar a un hombre», diría Rivera. «En cambio, recibió de mí todo el dolor en el corazón y la miseria que un hombre puede causarle a una mujer.»
Elena Poniatowska, Premio Cervantes 2013, firma en "Querido Diego, te abraza Quiela" uno de los más conmovedores, delicados y brutales testimonios de amor y dependencia jamás escritos. Una nouvelle rescatada por Impedimenta en edición especial.
Además de uno de los grandes poetas del XX, T.S. Eliot fue el crítico más ambicioso y exhaustivo de su generación. Desde la primera década del siglo pasado hasta su muerte en 1965, ejerció una rotunda autoridad en la literatura anglosajona que le llevó a revisar toda la literatura occidental: desde Virgilio, Dante y los isabelinos hasta Donne, los románticos y Yeats con el secreto propósito de acreditar la revolución poética que llevó a cabo con La tierra baldía o Cuatro cuartetos.
El presente volumen propone un recorrido cronológico por los ensayos más importantes y menos divulgados en español que el poeta escribió entre 1919 y 1961. Dueño de una intimidante cultura, capaz de encararse a los más grandes aunque se llamen Shakespeare o Milton, inigualable lector del detalle, provocador insaciable, Eliot se demuestra todavía en estas páginas como el verdadero guía, señor y maestro de la modernidad.
EXCELENTE recreación novelada de uno de los episodios más apasionantes de la historia de Roma, protagonizado por un Cicerón que ha de hacer frente a la astucia de enemigos de la talla de Catilina o del propio César. El autor reconstruye con gran rigor todo el entramado de intrigas y corrupciones que imperaban en la Roma del año 63 a.C., y el plan del cónsul Cicerón para desbaratar la conjura de Catilina y convertirse en el salvador de la República. Sin embargo, César, que logra salir indemne de la conspiración, se alía con Craso y con el triunfador general Pompeyo para neutralizar el Senado. La República tiene los días contados, y Cicerón, forzado al exilio, dispone de un solo día para abandonarlo todo y salvar su vida.
En el Enclave Espacial, a las afueras de la Ciudad de Nueva York, un científico de los Mundos Exteriores ha aparecido asesinado. El detective Elijah Baley tiene que ocuparse de este caso en la para él inquietante y odiosa compañía de un robot humanoide: R. Daneel Olivaw. La investigación es delicada ya que puede terminar con el equilibrio entre los descendientes de la colonización estelar, en perfecta comunión con sus robots, y los habitantes de la Tierra, que, refugiados en grandes metrópolis subterráneas a las llaman Ciudades, sobreviven precariamente a la falta de recursos naturales y temen a los robots.