Lisa See, la aclamada autora de El abanico de seda, Dos chicas de Shanghái y Sueños de felicidad (Bruguera, 2012) ha conseguido el reconocimiento mundial por su maestría a la hora de retratar las intrincadas relaciones entre mujeres, siempre marcadas por el hilo invisible del destino. Pero nunca antes había ahondado en la amistad de tres mujeres.
Ahora nos ofrece la fascinante historia de tres chicas de muy distinto origen que, entre 1938 y 1948, luchan juntas por cumplir sus sueños en el club más glamuroso de San Francisco, hasta que el ataque japonés de Pearl Harbor, tan lejos de ellas, pone en peligro sus ambiciones, y hasta sus vidas, cuando una traición inesperada lo cambia todo.
Wiesbaden, 1951. Al Café del Ángel le ha salido competencia. Junto al tradicional establecimiento de la familia Koch ha abierto otro más moderno: el Café del Rey. Mientras Hilde Koch intenta en vano convencer a sus padres para que modernicen el local, su gran amor, por el que tanto ha luchado, parece a punto de resquebrajarse.
A su hermano August tampoco le van mejor las cosas. Cuando regresa a Alemania, tras haber sido prisionero de guerra de los rusos, comienza a sentirse atraído precisamente por una misteriosa joven rusa, cuya llegada amenaza con dividir a la familia...
El campamento de verano más hot y divertido en el que estarás jamás.
¿Se te ocurre algo peor que pasar todo el verano en un campamento? Igual con siete años la idea te emociona, pero con diecisiete ya no, y menos cuando tienes tu propio planazo.
Samanta va obligada y sin demasiadas expectativas, sin saber que ese campamento puede cambiarle la vida.
Dylan es un apasionado del surf que no duda en declararle la guerra a la chica nueva en cuanto tiene la oportunidad.
La idea de viajar a Sajalín, una remota y enorme isla en aguas del Pacífico, al norte de Japón, que albergaba en la época una colonia penitenciaria, y escribir «cien o doscientas páginas» sobre ella se le ocurrió a Chéjov a principios de la década de 1890. Pese a la oposición de su familia y su editor, él decía que de ese modo podría «saldar una deuda que he contraído con la medicina» y que le serviría de base para su tesis doctoral (que luego, una vez realizada, no sería aceptada). Pero al mismo tiempo estaba convencido de su profundo interés social: «A excepción de la Cayena en la actualidad y de lo que Australia era en el pasado, Sajalín es el único lugar donde se puede estudiar la colonización por parte de delincuentes». Al volver, escribiría: «Ahora sé muchas cosas, pero la impresión que me ha dejado el viaje es bastante penosa. Mientras estaba en Sajalín sólo sentía en mi interior un sabor amargo, como después de haber comido mantequilla rancia; ahora, en cambio, Sajalín se me aparece en el recuerdo como un verdadero infierno».
Before the nightmares began, Yeong-hye and her husband lived an ordinary, controlled life. But the dreams—invasive images of blood and brutality—torture her, driving Yeong-hye to purge her mind and renounce eating meat altogether. It’s a small act of independence, but it interrupts her marriage and sets into motion an increasingly grotesque chain of events at home. As her husband, her brother-in-law and sister each fight to reassert their control, Yeong-hye obsessively defends the choice that’s become sacred to her. Soon their attempts turn desperate, subjecting first her mind, and then her body, to ever more intrusive and perverse violations, sending Yeong-hye spiraling into a dangerous, bizarre estrangement, not only from those closest to her, but also from herself.
En el París herido por la depresión económica de principios de los años treinta, un joven de origen humilde se enamora de la hija de un banquero. La relación con Édith le abre a Jean-Luc una ventana a un mundo de riqueza y poder al que solo ve una manera de acceder: casarse con ella. El matrimonio no le reporta la felicidad que esperaba, pero le permite mantenerse al acecho de oportunidades de medrar, y lo consigue, hasta que un día sus sentimientos le traicionan. La presa vio la luz en 1938, en un contexto de inestabilidad global.