There are few more convincing, less sentimental accounts of passionate love than Wuthering Heights. This is the story of the savage, tormented foundling Heathcliff, who falls wildly in love with Catherine Earnshaw, the daughter of his benefactor, and of the violence and misery that result from their thwarted longing for each other.
All Jessica has ever wanted is her own happily ever after. But until that happens, she spends her days as a small-time romance writer, penning satisfying Happily Ever Afters to soothe the heartache left by her ex-boyfriend Nick—also a romance writer and now her biggest rival—who has found success writing love stories without happy endings. It’s what he’s good at, after all . . .
So when their professional obligations bring them to a remote inn a few days before Christmas, they’re a little more than peeved, especially when they get trapped sharing a room in a snowstorm. But what’s more fitting for two romantic writers in a slump? Realizing the friction between them might be the only cure for their writer’s block, they decide to turn their frustration into fiction . . . and the pages start flying. But will Jess’s heart soar, too? Nick is the last guy on earth she should love . . . but what if he is really all she wants for Christmas?
Aurora de la Torre sabe que volver a Pagosa Springs, un sitio plagado de recuerdos agridulces, no va a ser fácil, pero refugiarse en una pequeña ciudad entre montañas podría ser la cura perfecta para su corazón roto. Y comerse con los ojos a su casero, que vive a escasos metros, tampoco le viene mal... Solo que Tobias Rhodes no fue realmente quien le alquiló el apartamento, sino que fue su hijo, Amos.
Al principio, Rhodes, un gruñón que desconfía de los extraños y que haría lo que fuera por cuidar de los suyos, se mantiene alejado de Aurora. Pero conforme los días se convierten en semanas, y estas se llenan de rutas a través de la naturaleza y confesiones a la lumbre de una hoguera, lo que comienza siendo una amistad irrompible no tarda en florecer en un amor de los que solo se encuentran una vez en la vida.
A pesar de no tener ni veinte años, el futuro de la humanidad recae sobre los hombros de Fallon Swift. Ella sabe que no puede fallar: debe ser implacable y utilizar toda su fuerza y su poder, aunque con ello siembre la destrucción a su alrededor, para que su gente sobreviva.
Junto a Duncan, un joven soldado y un líder nato, Fallon ha conseguido salvar a incontables cambiantes, elfos y humanos. Sin embargo, ahora debe ayudarles a sanar y a despertar la luz y la esperanza que anida en su interior. Porque, para cumplir con su destino, la Elegida necesitará a todo un ejército a sus espaldas.
Lisa See, la aclamada autora de El abanico de seda, Dos chicas de Shanghái y Sueños de felicidad (Bruguera, 2012) ha conseguido el reconocimiento mundial por su maestría a la hora de retratar las intrincadas relaciones entre mujeres, siempre marcadas por el hilo invisible del destino. Pero nunca antes había ahondado en la amistad de tres mujeres.
Ahora nos ofrece la fascinante historia de tres chicas de muy distinto origen que, entre 1938 y 1948, luchan juntas por cumplir sus sueños en el club más glamuroso de San Francisco, hasta que el ataque japonés de Pearl Harbor, tan lejos de ellas, pone en peligro sus ambiciones, y hasta sus vidas, cuando una traición inesperada lo cambia todo.
Tras recuperarse del accidente provocado por una examante de Dylan, Yanira y él celebran su ansiada boda en Los Ángeles. Su vida de recién casados es una continua luna de miel. Ambos son dos fieras del sexo, a los que les gusta el morbo, las fantasías y experimentar cosas nuevas. Juntos inventan un juego llamado «Adivina quién soy esta noche», plagado de lujuria, posesión y sensaciones, en el que los límites los ponen ellos. Todo marcha a las mil maravillas, hasta que Yanira regresa a los escenarios. Lo que para ella es un sueño hecho realidad, para Dylan será el punto de partida de muchos problemas, desconfianzas, celos y rupturas que se multiplicarán con las invenciones de la prensa. Yanira y Dylan no podrán evitar que sus vidas se descontrolen de una manera inimaginable para ellos.