Los textos que Gabriel García Márquez ha reunido en este libro fueron escritos por el autor con la intención de ser leídos por él mismo en público, ante una audiencia, y recorren prácticamente toda su vida, desde el primero, que escribe a los diecisiete años para despedir a sus compañeros del curso superior en Zipaquirá, hasta el que lee ante las Academias de la Lengua y los reyes de España al cumplir ochenta años. Estos discursos nos ayudan a comprender su vida y nos desvelan sus obsesiones como escritor y ciudadano: su fervorosa vocación por la literatura, su pasión por el periodismo, su inquietud ante el desastre ecológico que se avecina, su propuesta de simplificar la gramática, los problemas de su tierra colombiana o el recuerdo emocionado de amigos escritores como Julio Cortázar o Alvaro Mutis, entre otros muchos.
La primera regla del club de la lucha es no hablar del club de la lucha. Cada fin de semana, un puñado de jóvenes oficinistas se quita los zapatos y las camisas y pelean entre sí hasta la extenuación. Los lunes vuelven a sus despachos con los ojos amoratados y un embriagador sentimiento de omnipotencia. Pero estas reuniones son solo el comienzo del plan con el que TyIer Durden, proyeccionista, camarero y oscuro genio anárquico, aspira a vengarse de una sociedad paralizada por el consumis-mo exacerbado.
Inés y la alegría: Toulouse, 1939. Carmen de Pedro, responsable en Francia de los diezmados comunistas españoles, se cruza con Jesús Monzón; años después, en 1944, Monzón contará con un ejército de hombres dispuestos a invadir España. Entre ellos está Galán, quien cree que, tras el desembarco aliado y la retirada de los alemanes, es posible establecer un gobierno republicano en Viella. No lejos de allí, Inés, que apoyó la causa republicana durante la guerra, oye a escondidas el anuncio de la operación Reconquista de España en Radio Pirenaica, y se arma de valor, y de secreta alegría, para dejar atrás los peores años de su vida.
Mediante extensos monólogos de los personajes,Márai vuelve una vez más a sumergirse en el vacío y la soledad del alma humana, confrontándola con una sociedad que se moderniza ytoma un rumbo incómodo para las clases burguesas europeas.
El último expediente llegado al escritorio de Kristóf Kömives, juez en la Budapest de entreguerras, es el divorcio de los Greiner. Un caso más, excepto que el nombre de soltera de la mujer, Anna Fazekas, hace perder al magistrado su inmutable serenidad. El alegre desparpajo de la juventud, un paseo por el lago, una mirada arrebatadora: la evocación de aquellos instantes fugaces basta para perturbar, tantos años después, el sosiego de su intachable vida burguesa.