En abril de 1657, tras ser encarcelado en varias ocasiones y merecer castigos cada vez más severos por parte del tribunal de la Inquisición, el fraile Diego La Matina pasó de la exasperación a la locura hasta, finalmente, asesinar al inquisidor del reino de Sicilia, Juan López de Cisneros. Sin embargo, el caso del hereje La Matina, envuelto en la oscuridad, distorsionado por la leyenda, nunca llegó a esclarecerse, pues jamás se supo el «pecado» por el que fray Diego fue condenado en sus inicios. Vivamente interesado por este caso, y «porque la Inquisición está lejos de haber dejado de existir en el mundo», Leonardo Sciascia examinó los documentos de la época para averiguar cuál fue la herejía de fray Diego. Tal vez, se plantea Sciascia, fray Diego fue un hombre avanzado a su tiempo, con una visión poco ortodoxa del Evangelio y que murió víctima de los efectos no deseados de la represión del Santo Oficio, que «lograba hacer de un hombre religioso un hombre absolutamente irreligioso, radicalmente ateo».
«Los naipes le hablaban de forma confusa, con augurios inquietantes. Le anunciaban nubarrones tormentosos sin concretar su naturaleza, lo que la llevaba a temer por la salud de los suyos y el buen gobierno de Belcamino».
Siglo XIII. Época de la persecución de los cátaros, de las Cruzadas y del comienzo de la Inquisición. Ante la masacre que está sufriendo su pueblo, Braira de Fanjau, una joven cátara occitana, viaja a Zaragoza para escapar del exterminio, ocultando el secreto de su fe. Allí conocerá a la reina Constanza de Aragón, casada en segundas nupcias con Federico II de Hohenstaufen, rey de Sicilia y emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico, que la tomará bajo su protección tras descubrir el gran talento que atesora: la interpretación de las cartas de Tarot.
En muy poco tiempo, Braira ocupará un lugar privilegiado junto a los monarcas, lo que la convertirá en protagonista de aventuras tan fascinantes como peligrosas, donde el honor, las pasiones, intrigas y traiciones moverán los hilos del destino.
Isabel San Sebastián se adentra en la Edad Media de la mano de La cátara, dando vida con emoción y gran rigor histórico a unos personajes y un tiempo determinantes en la Historia de España y de Europa.
El potencial de todos los niños regularmente es determinado por una medida estandarizada: su coeficiente intelecutal (iq). Si la puntuación es elevada, el camino hacia un futuro dorado pasa por un colegio de nivel superior. Si la puntuación es demasiado baja, el futuro pasa por un colegio público con perspectivas muy limitadas.
Elena Fairchild es una maestra de uno de los colegios de elite, cuando su hija de nueve años suspende una prueba mensual en la que su iq sale con un resultado desastroasamente bajo, es forzada de inmediato a dejar su escuela de elite para ser llevada a una pública, ubicada a cientos de kilómetros de distancia. Como maestra, Elena creía en ese sistema de educación, pero ahora, como madre cuya hija se ha marchado, la perspectiva de Elena cambia por completo.
El padre Anthony Fowler, espía del servicio secreto del Vaticano, cumple el encargo de encontrar a un antiguo criminal nazi que ha permanecido oculto durante décadas. Debe recuperar un objeto que años atrás había pertenecido a una familia judía víctima del Holocausto. El hallazgo, no obstante, será el desencadenante de una aventura que le llevará hasta el desierto de Jordania.
Junto con un grupo de seleccionados (entre los que se encuentra Andrea Otero, periodista española y vieja conocida del padre) Fowler formará parte de la expedición Moisés, promovida por un misterioso millonario estadounidense. Su cometido no será otro que encontrar el Arca de la Alianza: una misión excitante en la que tendrán que lidiar con las inclemencias naturales del desierto, con los impedimentos gubernamentales y, sobre todo, con el traidor que se encuentra entre ellos.
Madrid, actualidad. Ana García-Brest, experta en arte, recibe la llamada de Martin, el joven y misterioso buscador de tesoros a quien conoció fugazmente durante la búsqueda de El Astrólogo en La Tabla Esmeralda. Han asesinado a un magnate italiano y un poderoso tesoro está en peligro: el Medallón de Hiram, una reliquia mágica que perteneció al arquitecto del templo de Salomón. Nadie conoce el paradero exacto de la pieza y Martin necesita la ayuda de Ana para encontrarla. Ambos emprenderán una trepidante búsqueda por toda Europa enfrentándose a infinidad de peligros, pues muy pronto descubrirán que ellos no son los únicos que desean hacerse con la reliquia.
Berlín, 1945. En los estertores de la Segunda Guerra Mundial, los destinos de cuatro personas están a punto de cruzarse con consecuencias imprevistas para el Medallón de Hiram: un sanguinario nazi que rastrea un Berlín en ruinas con la obsesión de hacerse con el medallón; un joven español, estudiante de arquitectura, que se ve envuelto en una intriga insospechada; un ingeniero alemán que está en el punto de mira del servicio de inteligencia ruso, y una francotiradora del ejército soviético que guarda un importante secreto.
«¡Haz una cosa que te asuste al menos una vez al día!»
Estas son las palabras que Sole encuentra en la carta que Stella, su mejor amiga, le escribió justo antes de irse a París, inmediatamente después de la única pelea de sus vidas y pocos días antes de morir en un atentado.
Devastada por la pérdida, Sole decide aceptar el regalo que Stella le dejó junto con la carta: un salto en paracaídas, (a ella, que odia volar y tiene terror a las alturas). Siguiendo su consejo, durante cien días, Sole tratará de vencer todos sus miedos: desde subirse a una montaña rusa, hasta viajar sola a París o atravesar un bosque por la noche bajo un cielo estrellado, o besar al hombre amado. Porque, tal como decía Stella, para vencer el miedo, no hay nada como hacer exactamente lo que temes. También en el amor.