Un pueblo llamado Paradise, una casa en el lago y un montón de canciones convertidas en constelaciones. Hannah está a punto de descubrir que no puede elegir no enamorarse.
Hannah no quiere saber nada de Luke, su novio el último verano que pasó en Paradise, ni de Jamie, su estúpido mejor amigo, ni de Joy Ann, la antigua jefa de las animadoras, ni de Jennifer, Zoe, Joey o Teagan, los populares cuando todos estaban en el instituto.
Pero Avery va a casarse con uno de ellos y Hannah haría cualquier cosa por su mejor amiga. Además, Avery ha utilizado la carta de la amistad. Doble motivo para quedarse en Paradise atrapada con ellos en la maldita casa del lago.
Con veintiocho años, pero aún instalada en casa de sus padres, Wendolin Kramer adora los cómics, se cree Súper Chica y, desde un despacho improvisado en su cuarto, fantasea con convertirse en detective privado por las calles de una Barcelona fantasmal. Todo cambia cuando llama a su puerta un caso real, que, sin embargo, no le queda muy claro. ¿Por qué le piden que averigüe dónde se encuentra un día preciso el escritor Francis Dómino? ¿Y qué relación existe entre él y la autora superventas Vendolin Woolfin? Parodia de novela negra, con innumerables referencias a la cultura pop, esta historia no solo ha consagrado a Laura Fernández como una de las voces más originales de nuestras letras, sino que sigue fascinando con sus personajes impredecibles, sus diálogos desternillantes y su inagotable imaginación narrativa.
La última novela de George March es un gran éxito, y nadie se enorgullece tanto de ello como su devota esposa, la señora March, que lleva una vida exquisitamente ordenada en el Upper East Side. Una mañana cualquiera, mientras se dispone a comprar el pan de aceitunas en su pastelería favorita, la dependienta insinúa que la protagonista del nuevo libro de George parece inspirada en ella. Este comentario casual le arrebata la certeza de saberlo todo sobre su marido —y sobre ella misma—. Así empieza un viaje alucinado y alucinante que puede desvelar un asesinato y secretos sepultados durante demasiado tiempo.
La verdad sobre la enigmática personalidad de Devlin Saint ha salido a la luz, y al mismo tiempo él ha conseguido derribar todas las barreras que Ellie Holmes había construido a su alrededor. El futuro se abre esperanzador para la pareja, que comienza a confiar el uno en el otro. Sin embargo, ahora que la identidad de Devlin Saint se ha revelado, aparecen antiguos enemigos ávidos de venganza. Y mientras él se promete que lo único importante es mantener a Ellie a salvo, ella sabe que deberá dar un último paso para demostrar a todos que solo existe un final que merezca la pena.
Cada semana, Tom y Louise tienen una cita en un pub londinense antes de su sesión de terapia de pareja. Su relación parecía ir bien hasta que un desliz generó grietas y afloraron las tensiones. Ahora están intentando reconducir la situación, en un intento de salvar un matrimonio de quince años que les ha dado dos hijos.
La novela, organizada en diez capítulos, reproduce los diez minutos previos a diez sesiones de terapia. Durante ese tiempo Tom y Louise conversan y observan lo que sucede a su alrededor: la gente que entra en el pub, las parejas que salen de su sesión con la terapeuta antes de que pasen ellos…
El motor de la narración son esas mismas conversaciones, cargadas de agudeza, ironía y sinceridad. Una suerte de terapia previa a la terapia, en la que la pareja protagonista repasa su vida en común y habla de todo: el pasado, sus diferencias y complicidades, el sexo y el amor, las expectativas y los desengaños.
De vacaciones en la localidad bretona de Crozon, la joven editora Delphine y su marido, escritor, visitan una peculiar biblioteca que alberga los libros rechazados por las editoriales. Allí encuentran una obra maestra: Las últimas horas de una historia de amor, novela escrita por un tal Henri Pick, fallecido dos años antes. Pick regentaba una pizzería junto a su viuda, Madeleine, y según ella nuna leyó un solo libro y mucho menos escribió nada que no fuera la lista de la compra. ¿Tenía el autor una vida secreta?