Yeongju ha pasado toda su vida haciendo lo que se esperaba de ella: estudiar, casarse y tener un trabajo respetable. Hasta que un día, cansada, abandona su trabajo de oficina para perseguir su sueño: abrir una librería en un barrio tranquilo y encantador de Seúl. Allí, rodeados de libros, Yeongju y sus clientes se cobijan del mundo. Del barista solitario a la vendedora de café infelizmente casada, todos han vivido decepciones en el pasado. La librería Hyunam-Dong se convertirá en el lugar donde todos ellos aprenden a disfrutar de la vida.
Una tierna historia sobre la importancia de encontrar paz y aceptación en la vida, y sobre el poder curativo de los libros.
Bruce Cable le cuenta a su amiga la escritora Mercer Mann una irresistible historia que bien podría convertirse en su nueva novela. Una poderosa empresa constructora está usando todos sus recursos para reclamar la propiedad de una isla semidesierta frente a Florida. Solo la última habitante del lugar, Lovely Jackson, se interpone en su camino.
Lo que la constructora desconoce es que se dice que Dark Isle está maldita: los ahogamientos, las desapariciones y la locura han sido el destino de los intrusos. Fue fundada por esclavos hace trescientos años y sus descendientes vivieron allí hasta 1955, cuando la última fue obligada a abandonarla. Lovely afirma ser su legítima propietaria, aunque no tiene ninguna manera de probarlo.
Pero con Cable, Mann y el abogado Steven Mahon luchando en su bando, la batalla solo acaba de empezar. Porque en esta isla con una historia violenta y misteriosa... el pasado nunca se deja atrás.
Tanner ha pasado toda su vida yendo de un lugar a otro, sin pertenecer a ninguna parte. Cuando su abuela, poco antes de morir, revela el nombre y el lugar donde vivía el padre que nunca conoció, decide visitar Asheboro para dejar el pasado atrás y seguir con su vida.
Kaitlyn sabe exactamente a donde pertenece. En Asheboro ha construido una vida para ella y sus hijos de la que está orgullosa, especialmente después de la crisis del divorcio. Pero cuando conoce al misterioso y atractivo Tanner no puede evitar sentir que algo faltaba en su vida hasta ahora.
Jasper nunca volverá a sentir que pertenece a ningún lugar. Pasa sus días solo, atormentado por el trágico accidente que le arrebató lo que más quería, con la única compañía de su viejo perro Arlo.
Los mundos de estos tres seres están a punto de colisionar, un encuentro imprevisto que cambiará para siempre la trayectoria de sus vidas. Porque hay caminos que se cruzan, otros se fusionan... y unos pocos te llevan a casa.
El hombre sin amor es la antología de los mejores relatos de Eduard Limónov, preparada solo unas semanas antes de su muerte. Estos ocho fragmentos de vida corresponden a un periodo muy concreto de la biografía de su autor y conforman algo parecido a una novela del desamor, o mejor, del desencuentro con el amor, mientras que el astro solitario que puebla sus páginas sería el héroe lírico que bascula día a día entre el éxito y la indigencia, entre el estupor y la venganza, entre la euforia de la carne y la sed de supervivencia.
Incluido en el apéndice del libro, Corpus L. es una acercamiento insólito a la figura del autor ruso. Tania Mikhelson parte de la supervisión minuciosa de los relatos presentes en el libro para entregarnos la más lúcida reflexión acerca de las pasiones que arrastraron a Limónov, más allá de su oficio literario; más allá, incluso, de su propio periplo biográfico; muy cerca del Hades primigenio donde moran los demonios que fuimos y —a eso nos exhorta el autor— que podríamos volver a ser.
Un doble asesinato en un piso cercano al palacio de Buckingham.
Una joven Isabel II decidida a aclarar la verdad.
Abril de 1957. En un mundo cada vez más desafiante, Isabel II desarrolla una intensa actividad diplomática para situar de nuevo al Reino Unido en el tablero europeo de la posguerra. Sin embargo, de viaje en París, la joven reina empieza a sospechar que alguien de su entorno intenta torpedear su misión. Una inquietud que aumenta al descubrir que su tarea se disputa el espacio en la prensa con un brutal asesinato doble en un piso cercano al palacio de Buckingham. Allí, una asistenta ha encontrado los cuerpos estrangulados de Gina Fonteyn, una joven dama de compañía ataviada con una valiosísima tiara de diamantes, y Nico Rodríguez, un misterioso traficante de armas proclive a los ambientes peligrosos. Mientras la policía centra sus pesquisas en miembros de la alta sociedad que celebraban una partida de cartas en el apartamento de abajo, Su Majestad inicia una investigación en paralelo. Y en compañía de Joan McGraw, mecanógrafa políglota del palacio y ex descifradora de códigos secretos, a la que convierte en su secretaria privada adjunta, intentará aclarar quién se esconde detrás de los intentos de sabotaje de su labor diplomática y del macabro crimen.
Esta antología de textos, pertenecientes a todos los géneros y épocas de la literatura latina, ofrece una compilación de pasajes relativos al oscuro y abigarrado catálogo de personajes y fenómenos sobrenaturales (espectros, casas encantadas, licántropos o muertos vivientes, entre otros) que poblaban los temores y las fantasías de la Roma de la Antigüedad, un asunto poco frecuentado por los manuales históricos al uso, más dados a reflejar una imagen augusta y estereotipada de aquella civilización. En el libro se dan cita casi todos los grandes autores de las letras latinas, como Virgilio, Horacio, Séneca, Ovidio o Cicerón, pero también otros menos conocidos, como Floro o Valerio Máximo. La antología incluye, además, una pequeña selección de textos anónimos en soporte epigráfico —cultos unos, populares otros—, entre los que cabe destacar una serie de maldiciones y hechizos amorosos, que sorprenderán seguro a buena parte de los lectores.
Princesa, esto no es una carta para vos (¿que te puedo decir que ya no te haya dicho, de bueno y de malo?), sino que, como otras veces, utilizo tu imagen de interlocutor privilegiado para desarrollar mi monólogo de búsqueda, buscando precisamente que tu imagen me ayude a no salirme demasiado de la razón".
Entre 1987 y 1989, mientras Mario Levrero vivía en Buenos Aires, trabajando en revistas de crucigramas para conseguir el dinero suficiente que le permitiera comprar lo que más anhelaba: tiempo para dedicarse a escribir, inició un romance con Alicia Hoppe, quien había sido la mujer de un viejo amigo y, más tarde, su medica personal, que lo acompañó durante años en sus devenires psicosomáticos. En ese momento, ella residía en Colonia, y estas cartas son testimonio del inicio y crecimiento de ese amor adulto y, tambien, registro literario de las obsesiones, temores e ilusiones de un singular escritor, con un poder de observación y análisis extraordinario.
Inglaterra, 1881. El joven médico Simeon Lee acude a la llamada de su primo enfermo en la isla de Ray. El pastor Howes está convencido de que ha sido envenenado por su cuñada Florence, quien, tras ser acusada de matar a su esposo, vive encerrada en una habitación con paredes de cristal en la biblioteca de la mansión.
California, 1939. Todo apunta a que el escritor Oliver Tooke se ha suicidado, pero su amigo Ken Kourian no lo tiene claro, por lo que se sumerge en una investigación que lo lleva al secuestro del hermano de Oliver cuando ambos eran niños. Para descubrir la verdad, Ken deberá descifrar las pistas escondidas en la última novela de su amigo, Relojes de cristal, un libro con dos relatos capicúa sobre un joven médico llamado Simeon Lee.
Esta historia comienza bajo las aguas turbias de una balsa de riego. Es ahí donde el protagonista, con apeínas catorce años, encuentra el cadáver de un vecino. El fatal hallazgo hace saltar por los aires los felices días de su adolescencia: en el barrio no tardan en correr teorías sobre el ahogamiento y la implicación que el joven pudo tener en esa muerte. Más de dos decadas despues, se propoíne reconstruir lo que realmente sucedió aquella maíñana de verano.á Con un extraordinario ritmo narrativo y la estructura fascinante de una investigación, Un hombre bajo el agua es una novela que ajusta cuentas con nuestra paríte más escurridiza: la memoria. Un viaje de ida y vuelíta en el que la escritura abre una grieta en la muerte por la que la vida acaba abriendose paso.