Después de La caída de los gigantes y El invierno del mundo llega el final de la gran historia de las cinco familias cuyas vidas se han entrelazado a través del siglo XX. La familia estadounidense, la alemana, la rusa, la inglesa y la galesa participan en los acontecimientos sociales y políticos que marcaron las agitadas décadas de los sesenta a los noventa, y son testigos de ellos.
Desde el sur de Estados Unidos hasta la remota Siberia, desde la isla de Cuba hasta el vibrante Londres de los años sesenta. El umbral de la eternidad es la historia de aquellas personas que lucharon por la libertad individual en medio del conflicto titánico entre los dos países más poderosos jamás conocidos.
«Esta es la historia de mis abuelos y de los vuestros, de nuestros padres y de nuestras propias vidas. De alguna forma es la historia de todos nosotros.» Ken Follett
Dos hombres, una mujer y la huella imborrable del tiempo. La tercera obra en la que Márai aborda estos elementos universales culmina asimismo con un conmovedor duelo verbal y psicológico, de múltiples connotaciones. Y aunque en esta ocasión Márai haya escogido un personaje histórico como Giacomo Casanova, el desarrollo de la narración deja bien claro que, más allá de su dimensión real, el famoso gentilhombre veneciano representa el arquetipo del aventurero intrépido, amoral y sin escrúpulos, un símbolo del hombre que, en su afán por encontrar la felicidad, destruye los medios para alcanzarla.Fugitivo de la justicia, Casanova se refugia en Bolzano, ciudad donde reside la única mujer que ha amado en toda su vida. Pese a los años transcurridos desde que perdió a Francesca en un duelo con el conde de Parma, el gran seductor nunca ha podido desprenderse del anhelo de poseer a la otrora bellísima joven. Ahora, el destino pone en sus manos la gran ocasión de saciar su deseo insatisfecho: el conde, viejo, cansado y temeroso de perder a su mujer, que sigue enamorada de Casanova, le ofrece dinero y libertad a cambio de decepcionar a Francesca, para lo cual el cínico y superficial mujeriego deberá, en el transcurso de unas horas, realizar la actuación más difícil de su largo historial donjuanesco.