La transformación, o metamorfosis, de Gregor Samsa en un bicho monstruoso, similar a un enorme escarabajo, es uno de los hitos de la literatura universal. El mundo de Kafka es, en verdad, un universo indecible donde el hombre se da el lujo torturante de pescar en una bañera, sabiendo que no saldrá nada.
Tras muchos años de trabajo y muchas sábanas revueltas en el ejercicio de amores desganados, el gran Charles Arrowby, famoso dramaturgo, director y figura destacada de las tablas londineses, decide retirarse de las candilejas para ir a un apartado rincón de la costa británica y escribir sus memorias.
Mientras su avión aterriza en un aeropuerto, Toru Watanabe, de treinta y siete años, escucha casualmente una canción de los Beatles: de pronto, la música le hace retroceder a su juventud, al turbulento Tokio de finales de los sesenta. Recuerda entonces, con melancolía y desasosiego, a la inestable y misteriosa Naoko, la novia de su mejor -y único - amigo de la adolescencia, Kizuki, y cómo el suicidio de éste les distanció durante un año, hasta que se reencontraron en la universidad....
En Mujeres, una de la más aclamadas novelas de Bukowski, su alter ego Henry Chinaski, el "viejo indecente", un perdedor nato, se encuentra a los cincuenta años con una creciente reputación literaria, algún dinero en el banco y mujeres. "Mujeres parece una historia sobre sexo y borracheras, cuando en realidad es un poema sobre el amor y el dolor"
In 1862 Charles Lutwidge Dodgson, a shy Oxford mathematician with a stammer, created a story about a little girl tumbling down a rabbit hole. Thus began the immortal adventures of Alice, perhaps the most popular heroine in English literature.
Countless scholars have tried to define the charm of the Alice books—with those wonderfully eccentric characters the Queen of Hearts, Tweedledum, and Tweedledee, the Cheshire Cat, Mock Turtle, the Mad Hatter et al.—by proclaiming that they really comprise a satire on language, a political allegory, a parody of Victorian children’s literature, even a reflection of contemporary ecclesiastical history.
Perhaps, as Dodgson might have said, Alice is no more than a dream, a fairy tale about the trials and tribulations of growing up—or down, or all turned round—as seen through the expert eyes of a child.