Con su reputación literaria plenamente asegurada gracias a Crimen y castigo y Los demonios, Fiódor M. Dostoievski volcó en el periodismo, entre 1873 y 1881, su prodigiosa capacidad de análisis psicológico y su extraordinario talento para la controversia. En esta selección del Diario hay dos temas obsesivos: el maltrato de los niños en la familia y las causas de los suicidios.
El texto que JRJ tituló Diario íntimo, a imitación de Amiel, es el único diario «al uso» que escribió, aunque más tarde el epígrafe «diario» aparezca con frecuencia en su obra para referir textos líricos en prosa y verso publicados según su cronología de redacción. En sus páginas se recogen las vivencias y reflexiones del poeta en Madrid entre el 28 de octubre y el 27 de noviembre de 1903. Es este uno de los más importantes años de su juventud: funda la revista Helios, publica Arias tristes y se convierte en el más reconocido de los modernistas españoles. Tras abandonar el Sanatorio del Rosario, donde convalecía de una pertinaz neurastenia, convivirá con el psiquiatra Luis Simarro y su discípulo Nicolás Achúcarro en la casa particular del primero. Mientras escribe este diario se mueve en los ambientes de la Institución Libre de Enseñanza, prepara los números 8 y 9 de Helios y visita a artistas, escritores e intelectuales de la época. Mantiene correspondencia regular con Rubén Darío; retrata la atmósfera que se respiraba en casa de los Martínez Sierra, por entonces sus más cercanos amigos; alude con frecuencia a sus amoríos de juventud, entre ellos los tan polémicos mantenidos con algunas de las monjas del Sanatorio del Rosario, y anota personalísimas reflexiones sobre su estado anímico o la llamada «vida literaria» de la capital. Al cuidado de Soledad González Ródenas, la presente edición incorpora notas e ilustraciones, ofrece en apéndice una selección de textos relacionados con el Diario y reproduce los facsímiles de las 61 páginas manuscritas del original.
«El conde Lev Nikoláievich Tolstói—dice Selma Ancira—era del todo impredecible. Un día se encontraba en medio de una batalla en Crimea y al siguiente aparecía segando el heno con los campesinos. Otro día nos enterábamos de que estaba aprendiendo el oficio de zapatero y días más tarde de que estaba estudiando griego clásico para leer a Homero. Había momentos en los que nos sorprendía con el minucioso examen de conciencia al que se sometía, mientras en otros lo veíamos perder su hacienda por deudas de juego. Era una personalidad llena de contradicciones, desmesurada y seductora, cuya vida había quedado registrada en un diario.» El presente volumen es una selección amplia y significativa de los diarios que Lev Tolstói escribió entre 1847 y 1894. Poco dado a concesiones, Tolstói se nos presenta en ellos en su más íntima humanidad, en la lucha que mantuvo consigo mismo y con su entorno, en la búsqueda incesante de su plenitud como hombre y como escritor.
"Un volumen impecable."
Álvaro de la Rica, El Mundo
"En pocas obras encontraremos más cerca la verdad de la belleza, y la belleza de la justicia."
Andrés Trapiello, El País
Las imborrables impresiones que registró Albert Camus en sus viajes por América del Norte y América del Sur durante los años cuarenta
Publicado a título póstumo en 1978, Diarios de viaje contiene los apuntes que Albert Camus tomó durante dos periplos por América del Norte y América del Sur en los años cuarenta. Una primera parte describe su estancia en los Estados Unidos y Canadá de marzo a mayo de 1946, mientras que la segunda recoge su paso por el Brasil, la Argentina y Chile entre junio y agosto de 1949. Aunque presentan un interés común, los textos tienen un tono muy distinto. Camus llega a dar conferencias en Estados Unidos como un periodista de la resistencia y autor poco conocido; en Sudamérica, en cambio, desembarca en viaje oficial, como el escritor consagrado por el éxito mundial de La peste. El segundo viaje también le depara los temores vinculados al recrudecimiento de la tuberculosis que lo acosaba desde su juventud. Y en sus páginas queda la marca de una crisis personal de la que nacerán nuevas obras.
Diarios en la vieja rectoría es un acercamiento al primer año de convivencia del célebre escritor Nathaniel Hawthorne y su esposa Sophia, cuando, recién casados, se instalaron en una casa de Concord. Es también la exploración de un entorno aún por descubrir, de un paisaje, natural y cultural, donde coincidieron personalidades tan destacadas como Thoreau y Emerson, figuras capitales del pensamiento trascendentalista. Esta filosofía, surgida en parte como reacción al impacto que tuvo la Revolución Industrial sobre la naturaleza y el orden social, se manifiesta en estas páginas en esa forma a veces sobrecogida, a veces exaltada, con que el matrimonio cuida cada retazo del jardín, los frutos de la tierra y las orillas del río que pasa junto a su hogar, en lo que supone una lección moral, elegantemente descrita y con una profundidad tan sabia como enternecedora, para nuestros días.