Esta misteriosa frase viene acompañando durante cuatro meses los círculos azules que aparecen trazados con tiza en las aceras de la ciudad. En el centro de los círculos se halla un desecho, un residuo, un objeto perdido: un trombón, una bombilla, una pinza de depilar, un yogur, una pata de paloma...
El fenómeno resulta muy divertido para los parisinos y procura material a periodistas y a psiquiatras que elaboran diferentes teorías. Sin embargo, al comisario Adamsberg no le hace ninguna gracia. Los círculos y su extraño contenido rezuman crueldad. Él lo presiente: pronto ese hecho anodino y estrafalario se convertirá en una tragedia.
El hombre de San Petersburgo es una de las novelas más apasionantes del célebre autor de Los pilares de la Tierra.En 1914 el mundo estaba en vísperas de la Gran Guerra. Tanto Francia e Inglaterra como los imperios centrales trataban de conseguir el apoyo de Rusia, que podía decidir el desenlace de la futura contienda.En esos instantes cruciales de la historia, un aristócrata inglés, lord Walden, y un joven y prometedor político llamado Winston Churchill esperaban la llegada del príncipe Orlov, enviado del zar en misión secreta para entablar conversaciones y establecer pactos con la monarquía británica. Pero el príncipe no fue el único en llegar a Londres desde las frías tierras al este de Europa: un enigmático personaje procedente de Siberia le seguía los pasos...
Las repetidas carnicerías perpetradas sobre los rebaños de ovejas del Mercantour ponen a los pastores en prevención contra los lobos del cercano parque natural. La muerte de una pastora levantará sospechas entre los aldeanos sobre la presencia de un hombre lobo en la zona.
El comisario Adamsberg, Lawrence y Camille, su compañera, inician la investigación. Hay quien cree que todo es obra de un «hombre del revés» que vive escondido en la montaña y oculta su verdadera naturaleza tras una apariencia humana...
En medio de la convulsa realidad colombiana de los años noventa, una joven actriz viaja a España como parte de un nuevo proyecto. Su matrimonio ha fracasado, y aún herida por su mediático divorcio, se niega a regresar a su país.
La excusa perfecta para alargar su estancia en Madrid será un curso de actuación, pero su nueva condición de soledad desatará una crisis de ansiedad por todo aquello que cree estar dejando atrás.
Una noche suena el teléfono y del otro lado de la línea aparece la voz de alguien que dice estar loco por ella. Las llamadas del misterioso hombre del teléfono se irán haciendo cada vez más frecuentes, hasta crear un vínculo que cuestionará los límites de la inteligencia y de la belleza.
Con una valentía admirable, Margarita Rosa de Francisco ha conseguido narrar la poderosa historia de una mujer que habla sin tapujos sobre la construcción de su identidad y sobre el cruce de caminos con uno de los personajes más fascinantes de la Historia de Colombia.
Una novela que se lee con la avidez de un relato de intriga pero que nos sumerge en las cuestiones esenciales de la vida.
¿Qué sucede cuando Tertuliano Máximo Alfonso descubre a sus treinta y ocho años que en su ciudad vive un individuo que es su copia exacta y con el que no le une ningún vínculo de sangre?
Ése es el interrogante que Saramago, explorando de nuevo las profundidades del alma, plantea en El hombre duplicado. ¿Cómo saber quiénes somos? ¿En qué consiste la identidad? ¿Qué nos define como personas individuales y únicas? ¿Podemos asumir que nuestra voz, nuestros rasgos, hasta la mínima marca distintiva, se repitan en otra persona? ¿Podríamos intercambiarnos con nuestro doble sin que nuestros allegados lo percibiesen?
Innovando frente a las convenciones de la novela, Saramago convierte la voz narradora en sujeto activo, en un juego metaliterario que pone al servicio de la historia y que va mucho más allá de las rupturas estrictamente formales.
El Hombre en el Castillo nos sumerge en un mundo alternativo en el cual el Eje ha derrotado a los Aliados en la Segunda Guerra Mundial y los Estados Unidos han sido invadidos y divididos entre los vencedores. Mientras los nazis se han anexionado la costa atlántica, donde han instaurado un régimen de terror, la costa pacífica permanece en manos japonesas. En esta América invadida, los nativos son ciudadanos de segunda clase a pesar de que su cultura es admirada por los vencedores, hasta el punto de que uno de los mejores negocios es la venta de auténticas antigüedades americanas, como relojes de Mickey Mouse o chapas de Coca-Cola.