Risuke Koshiba, el protagonista de la novela, escribe a un amigo sus vivencias en la clínica donde se encuentra ingresado para recuperarse de la tuberculosis. Detrás de la en apariencia simple narración de los hechos que ocurren en el sanatorio, habitado por extravagantes pacientes y cuidadoras que se llaman entre sí de la manera más excéntrica, se ocultan las contradicciones y el anhelo del joven Alondra ―así es como rebautizan a Risuke― de convertirse en un «hombre nuevo» en el Japón que intentaba resurgir de la devastación de la Segunda Guerra Mundial. Inspirada en los diarios del joven Shosuke Kimura y en la correspondencia que mantuvo con el autor antes de suicidarse a los 22 años, La caja de Pandora, tras varias vicisitudes causadas por los bombardeos (un ataque aéreo impidió que se imprimiera) y por la censura, llegó a publicarse después del conflicto y se convirtió en una de las obras más representativas de la crisis de identidad de la nación nipona. Osamu Dazai es considerado uno los escritores japoneses más relevantes del siglo XX.
Esta es la historia de una chica que tiene todo lo que una joven puede desear en el Nueva York de los años cincuenta: una carrera prometedora, un pretendiente que estudia medicina y toda una vida por delante. Esther Greenwood ha ganado una beca para trabajar en una revista de moda en la gran ciudad y siente que por fin podrá realizar su sueño de ser escritora. Pero entre cócteles, noches de fiesta y pilas de manuscritos descubre una sociedad que repudia las aspiraciones de las mujeres y su vida empieza a desmoronarse. Esther -alter ego de la autora- se encierra en sí misma, como si estuviera atrapada en una campana de cristal: respirando continuamente el mismo aire viciado y sin posibilidad de escapar.
Más de cincuenta años después de su publicación original,La campana de cristal se ha convertido en un clásico moderno, y las palabras de Plath, con la nueva traducción de Eugenia Vázquez Nacarino, conservan todo su impacto. Esta obra icónica, como dice Aixa de la Cruz en el prólogo, «viaja al presente como una corriente eléctrica y nos interpela de tú a tú, sin mediaciones».
Esta es la historia de una chica que tiene todo lo que una joven puede desear en el Nueva York de los años cincuenta: una carrera prometedora, un pretendiente que estudia medicina y toda una vida por delante. Esther Greenwood ha ganado una beca para trabajar en una revista de moda en la gran ciudad y siente que por fin podrá realizar su sueño de ser escritora. Pero entre cócteles, noches de fiesta y pilas de manuscritos descubre una sociedad que repudia las aspiraciones de las mujeres y su vida empieza a desmoronarse. Esther -alter ego de la autora- se encierra en sí misma, como si estuviera atrapada en una campana de cristal: respirando continuamente el mismo aire viciado y sin posibilidad de escapar.
Más de cincuenta años después de su publicación original, La campana de cristal se ha convertido en un clásico moderno, y las palabras de Plath, con la nueva traducción de Eugenia Vázquez Nacarino, conservan todo su impacto. Esta obra icónica, como dice Aixa de la Cruz en el prólogo, «viaja al presente como una corriente eléctrica y nos interpela de tú a tú, sin mediaciones».
Esta es la historia de una chica que tiene todo lo que una joven puede desear en el Nueva York de los años cincuenta: una carrera prometedora, un pretendiente que estudia medicina y toda una vida por delante. Esther Greenwood ha ganado una beca para trabajar en una revista de moda en la gran ciudad y siente que por fin podrá realizar su sueño de ser escritora. Pero entre cócteles, noches de fiesta y pilas de manuscritos descubre una sociedad que repudia las aspiraciones de las mujeres y su vida empieza a desmoronarse. Esther (alter ego de la autora) se encierra en sí misma, como si estuviera atrapada en una campana de cristal: respirando continuamente el mismo aire viciado y sin posibilidad de escapar.
Grecia en la era de los héroes. Patroclo, un príncipe joven y torpe, ha sido exiliado al reino de Ftía, donde vive a la sombra del rey Peleo y su hijo divino, Aquiles.
Aquiles, el mejor de los griegos, es todo lo que no es Patroclo: fuerte, apuesto, hijo de una diosa. Un día Aquiles toma bajo su protección al lastimoso príncipe y ese vínculo provisional da paso a una sólida amistad mientras ambos se convierten en jóvenes habilidosos en las artes de la guerra.
Pero el destino nunca está lejos de los talones de Aquiles. Cuando se extiende la noticia del rapto de Helena de Esparta, se convoca a los hombres de Grecia para asediar la ciudad de Troya. Aquiles, seducido por la promesa de un destino glorioso, se une a la causa, y Patroclo, dividido entre el amor y el miedo por su compañero, lo sigue a la guerra. Poco podía imaginar que los años siguientes iban a poner a prueba todo cuanto habían aprendido y todo cuanto valoraban profundamente.
A medio camino entre la fantasía mítica y la cruda realidad de los guetos negros en los años sesenta, La canción de Salomón narra la historia familiar de un próspero hombre de negocios que ha tratado de ocultar sus orígenes para integrarse en la sociedad blanca. Pese a todos sus esfuerzos, su hijo decide tomar el camino opuesto. Lejos de rehuir a sus iguales como hizo su padre, entrará en un círculo de gente dispuesta a reaccionar contra la violencia de los blancos y emprenderá un viaje en busca de un tesoro que habrá de conducirle a los orígenes de su raza. Una magnífica saga familiar a lo largo de tres generaciones, que le valió a la futura Premio Nobel de Literatura 1993 el Premio National Book Critic's Circle 1978.