Tras cinco años de matrimonio y el nacimiento de su hijo Ramsés, Amelia Peabody y su marido Radcliffe Emerson han cambiado las aventuras arqueológicas en Egipto por una casa georgiana con jardín en la Inglaterra victoriana. Amelia, que nunca ha sido una dama convencional, afronta su flamante vida doméstica con más resignación que entusiasmo, pero la inesperada muerte de sir Henry altera sus planes hogareños. La viuda, lady Baskerville, acude a la pareja para que se pongan al mando de la excavación que capitaneaba su marido, quien había descubierto una tumba real intacta en Luxor. Pero a la muerte de sir Henry se suman otros extraños sucesos y empieza a circular el rumor de que una maldición se cierne sobre la tumba del faraón.
En el verano de 1998, el doble azote del puritanismo y la corrección política recorre Estados Unidos a causa del escándalo Lewinski. Coleman Silk, un viejo catedrático de una pequeña universidad de Nueva Inglaterra, se ve obligado a jubilarse cuando sus colegas lo acusan de racista. Lo asombroso del dictamen es que la verdad sobre Silk podría acallar hasta al más virulento de sus detractores. Su secreto, escondido durante cincuenta años a esposa, familiares y amigos, servirá al escritor Nathan Zuckerman para reconstruir la biografía desconocida de Silk y entender cómo puede llegar a desenmarañarse una ficción de vida tan ingeniosamente armada.
En 1568, en los valles y montes de las Alpujarras, ha estallado el grito de la rebelión: hartos de injusticias, expolio y humillaciones, los moriscos se enfrentan a los cristianos e inician una desigual pugna que sólo puede terminar con su derrota y dispersión por todo el reino de Castilla.
Entre los sublevados se encuentra el joven Hernando. Hijo de una morisca y del sacerdote que la violó, es rechazado por los moriscos, debido a su origen, y por los cristianos, por la cultura y costumbres de su familia.
Durante la insurrección conoce la brutalidad y crueldad de unos y otros, pero también encuentra el amor en la figura de la valerosa Fátima, la de los grandes ojos negros. A partir de la derrota, forzado a vivir en Córdoba y en medio de las dificultades de la existencia cotidiana, todas sus fuerzas se concentrarán en lograr que su cultura y religión, las de los vencidos, recuperen la dignidad y el papel que merecen. Para ello deberá correr riesgos y atreverse a desafiar las leyes con audaces y peligrosas iniciativas...
Una novela rica y compleja que se ha ganado bien merecidamente su prestigio
«Escribiré mi informe como si contara una historia, pues me enseñaron siendo niño que la verdad nace de la imaginación. El más cierto de los episodios puede perderse en el estilo del relato, o quizá dominarlo: como esas extrañas joyas orgánicas de nuestros océanos, que si las usa una determinada mujer brilla cada día más, y en otras en cambio se empañan y se deshacen en polvo.»
La luz es la mano izquierda de la oscuridad, y la oscuridad es la mano derecha de la luz. Las dos son una, vida y muerte, juntas como amantes en kémmer, como manos unidas, como el término y el camino.»
«Escribiré mi informe como si contara una historia, pues me enseñaron siendo niño que la verdad nace de la imaginación». Así comienza su relato Genly Ai, enviado al planeta Gueden —también llamado Invierno por su gélido clima— con el propósito de contactar con sus habitantes y proponerles unirse a la liga de planetas conocida como el Ecumen. Los guedenianos tienen una particularidad que los hace únicos: son hermafroditas, y adoptan uno u otro sexo exclusivamente en la época de celo, denominada kémmer.
La mansión retrata la caída de una familia que logró tener el control de un pueblo durante más de una generación y la voluntad de venganza de Mink Snopes, condenado por asesinato, que trata de redimir su pena por buena conducta para matar a su primo Flem, a quien acusa de no haber acudido en su ayuda. Faulkner, cuya obsesión, según sus propias palabra, eran "los problemas del corazón humano en conflicto consigo mismo", nos habla en estas páginas de ese Sur colonizado por la vulgaridad del Norte y sobre la existencia de unos seres que son, quizá, los más trágicos de toda su obra.