Por quien doblan las campanas es la novela que le dio a Hemingway lo mejor y lo peor que puede recibir alguien con la mentalidad de atleta: un triunfo insuperable.
En los tupidos bosques de pinos de una región montañosa española, un grupo de milicianos se dispone a volar un puente esencial para la ofensiva republicana. La acción cortará las comunicaciones por carretera y evitará el contraataque de los sublevados.
Robert Jordan, un joven voluntario de las Brigadas Internacionales, es el dinamitero experto que ha venido a España para llevar a cabo esta misión. En las montañas descubrirá los peligros y la intensa camaradería de la guerra. Y descubrirá también a María, una joven rescatada por los milicianos de manos de las fuerzas sublevadas de Franco, de la cual se enamorará enseguida.
En 1937, Ernest Hemingway viajó a España para cubrir la Guerra Civil como corresponsal de la North American Newspaper Alliance. Tres años después terminó Por quién doblan las campanas, una historia de amor y muerte que se ha convertido en un clásico, y que sigue siendo una de las mejores y más hermosas novelas bélicas de todos los tiempos.
En sus páginas seguimos los pasos de Robert Jordan, un profesor norteamericano que lucha en el bando republicano como voluntario de las Brigadas Internacionales y especialista en explosivos. Cuando el general Golz le encarga la destrucción de un puente, crucial para evitar la contraofensiva de las tropas franquistas durante la batalla de Segovia, descubrirá en la sierra de Guadarrama los peligros de la guerra, pero también una intensa camaradería y el amor por María, una joven que huye del bando sublevado y le devolverá la pasión por la vida.
Milo vive con sus padres y su hermana, pero se quiere independizar. Mientras recorre la ciudad en bicicleta, visita departamentos en alquiler y se cruza con personajes desopilantes, alguien le va dejando, como pistas que no llevan a ningún lado, notas en las que se repite una pregunta: «¿Por qué te vas?».
Condensando las ansias de toda una generación, Iván Hochman construye un relato con reminiscencias salingerianas, tierno, honesto y con un agudo sentido del humor en torno a la decisión de irse a vivir solo. Por qué te vas es una obra polifónica donde los testimonios de amigos que dieron el salto, las listas de pendientes y ciertos objetos queridos cuentan una historia e iluminan un futuro.
¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?», preguntó la señora Winterson a su hija Jeanette cuando ella, recién cumplidos los dieciséis años, le confesó haberse enamorado de otra chica. Curiosa pregunta, pero poco más podía esperarse de una mujer que había adoptado a una niña para hacer de ella una aliada en su misión religiosa, y en cambio se las tuvo que ver con un ser extraño que pedía a gritos su porción de felicidad.
Armada con dos juegos de dentadura postiza y una pistola escondida bajo los trapos de cocina, la señora Winterson hizo lo que pudo para disciplinar a Jeanette: en casa los libros estaban prohibidos, las amistades eran mal vistas, los besos y abrazos eran gestos extravagantes y cualquier falta se castigaba con noches enteras al raso, pero de nada sirvió. Esa chica pelirroja que parecía hija del mismísimo diablo se rebeló, para buscar el placer en la piel de otras mujeres y encontrar en la biblioteca del barrio novelas y poemas que la ayudaran a crecer.
¿POR QUE NO LE PREGUNTAN A EVANS?
UNA MISTERIOSA PREGUNTA PARA UNO DE LOS CASOS MÁS ENIGMÁTICOS
Durante una tranquila partida de golf, Bobby Jones desvía sin querer la pelota hacia un acantilado. Mientras la busca, encuentra a un hombre moribundo que, antes de fallecer, susurra una pregunta: «¿Por qué no le preguntan a Evans?». El juez concluye que la muerte fue accidental, pero cuando tratan de identificar a la víctima, hallan en su bolsillo la foto de una bella mujer de quien se dice que es la hermana del fallecido. Cuando se descubre que no todo encaja, Bobby comienza a plantearse que quizá lo que parecía un desgraciado accidente es en realidad un asesinato a sangre fría.
Durante una tranquila partida de golf, Bobby Jones, hijo del vicario de Marchbolt, desvía sin querer la pelota hacia un acantilado. Mientras la busca, descubre a un hombre moribundo y deducen que la niebla fue la causante de su caída. Momentos antes de morir, el hombre susurra una misteriosa pregunta: «¿Por qué no le preguntan a Evans?» En un intento de identificar a la víctima, una vez se concluye que la muerte fue accidental, encuentran en su bolsillo la foto de una mujer. Bobby comienza a plantearse que quizá lo que parecía un accidente es, en realidad, un asesinato. Iniciará entonces, junto con su amiga Frances Derwent, gran aficionada a resolver misterios, una investigación para descubrir la verdad.
Antes de convertirse en una de las grandes cronistas de lo íntimo, Vivian Gornick escribía con la claridad furiosa de quien ha elegido vivir al servicio de una causa. Los textos reunidos en Por qué algunos hombres odian a las mujeres revelan a una pensadora radical, lúcida y vibrante, en plena efervescencia del feminismo de los años setenta. Desde las disputas ideológicas dentro del movimiento hasta las conversaciones aparentemente triviales en una peluquería del Upper West Side neoyorquino, sirven a Gornick para capturar el pulso de una transformación histórica. Y le sirven además para reflexionar sobre las diferencias entre las olas feministas, denunciar la misoginia soterrada –y no tanto– en autores consagrados como Norman Mailer, Saul Bellow o Philip Roth, y defender el poder político del testimonio personal en los grupos de autoconciencia, donde lo privado se vuelve revolución. Este libro no es solo la crónica de una época: es una cartografía de la resistencia, una llamada a no bajar la guardia, una guía de combate. En tiempos en los que el feminismo vuelve a ser desafiado por viejos y nuevos reaccionarismos, estas páginas nos recuerdan que ninguna conquista es irreversible y que la autonomía de las mujeres sigue siendo, para muchos, una amenaza intolerable. Con prosa incisiva, Gornick analiza cómo se construye el poder masculino, cómo se transmite la sumisión femenina, y qué ocurre cuando una mujer empieza a ver su experiencia personal como parte de algo mayor.
UN ARTEFACTO PERDIDO.
UNAS VACACIONES FORZOSAS.
... Y TODO ESTO, POR NO MENCIONAR AL PERRO.
Segundo libro de la serie Historiadores de Oxford.
Ned Henry necesita urgentemente un descanso. Obligado por su insoportable jefa a saltar continuamente en el tiempo en busca de un misterioso objeto que constituye una pieza clave en la reconstrucción de la catedral de Coventry, está empezando a perder el norte.
La Inglaterra victoriana de 1888, con sus atardeceres ociosos, el té de las cinco, partidos de croquet en el césped y la tranquila vida campestre, prometen el paraíso. Pero descansar será lo último que hará Ned, dado que tendrá que apañárselas para salvar el continuo espacio tiempo de un colapso total, entre mayordomos victorianos, gatos, espiritistas y detectives aficionados...