En el cajón de un escritorio de su casa de Roma la autora halla pertenencias de los antiguos dueños: sellos, un diccionario, la foto de tres mujeres y un cuaderno con el nombre de «Nerina». Como una poeta clásica o medieval o una artista del Renacimiento, la mujer sin apellido escapa a la historia y la geografía. Apátrida, políglota, culta, escribe versos sobre sus días en Roma, Londres, Calcuta y Boston, sobre el mar, su familia o las palabras. En estos poemas cotidianos Jhumpa Lahiri vislumbra una identidad. La escritora se convierte en lectora e incluso invoca la intervención de una misteriosa erudita para ordenar ese ovillo de estrofas y vidas que no son las suyas, pero que podrían ser las nuestras.
«Soy Maya Vidal, diecinueve años, sexo femenino, soltera, sin un enamorado, por falta de oportunidades y no por quisquillosa, nacida en Berkeley, California, pasaporte estadounidense, temporalmente refugiada en una isla al sur del mundo. Me pusieron Maya porque a mi Nini le atrae la India y a mis padres no se les ocurrió otro nombre, aunque tuvieron nueve meses para pensarlo. En hindi, maya significa "hechizo, ilusión, sueño". Nada que ver con mi carácter. Atila me calzaría mejor, porque donde pongo el pie no sale más pasto.»
«Esta Maya me ha hecho sufrir más que ningún otro de mis personajes. En algunas escenas le habría dado unas cachetadas para hacerla entrar en razón, y en otras la habría envuelto en un apretado abrazo para protegerla del mundo y de su propio corazón atolondrado.»
¿Cuáles son los sabores que quedan grabados en nuestra memoria?
Los recuerdos vuelven a Julien a fuego lento ahora que debe despedirse de su padre. De él heredó su pasión por la cocina, aunque teme que ya nunca sabrá por qué, siendo uno de los chefs más talentosos, Henry no quiso que su hijo siguiera sus pasos. Tampoco hablaron jamás de por qué la madre de Julien los abandonó de manera repentina, ni de qué fue del apreciado cuaderno de recetas donde el chef guardaba los secretos de sus platos.
Ese cuaderno obsesiona a Julien y está decidido a encontrarlo. Entre sus páginas se esconden los sabores y aromas que marcaron su infancia, pero lo que él no puede imaginar es que su búsqueda podría develar muchos más secretos que los culinarios.