Tanner ha pasado toda su vida yendo de un lugar a otro, sin pertenecer a ninguna parte. Cuando su abuela, poco antes de morir, revela el nombre y el lugar donde vivía el padre que nunca conoció, decide visitar Asheboro para dejar el pasado atrás y seguir con su vida.
Kaitlyn sabe exactamente a donde pertenece. En Asheboro ha construido una vida para ella y sus hijos de la que está orgullosa, especialmente después de la crisis del divorcio. Pero cuando conoce al misterioso y atractivo Tanner no puede evitar sentir que algo faltaba en su vida hasta ahora.
Jasper nunca volverá a sentir que pertenece a ningún lugar. Pasa sus días solo, atormentado por el trágico accidente que le arrebató lo que más quería, con la única compañía de su viejo perro Arlo.
Los mundos de estos tres seres están a punto de colisionar, un encuentro imprevisto que cambiará para siempre la trayectoria de sus vidas. Porque hay caminos que se cruzan, otros se fusionan... y unos pocos te llevan a casa.
CREES QUE LA CONOCES… PERO MIRA UN POCO MÁS DE CERCA.
Una madre de tres hijos que se queda en casa y tiene reservas limitadas de paciencia, energía y amor. Así es cómo Liz ve a Jess. Ambas se conocieron durante unas clases prenatales y durante más de diez años han mantenido su amistad mientras hacen malabares con sus hijos, maridos y carreras. Pero de pronto todo cambia: cuando la hija de Jess tiene un accidente, y Jess no puede explicarlo, Liz, como pediatra que le atiende, empezará a descubrir aquellos secretos cuidadosamente guardados y a cuestionarse todo lo que creía saber sobre su amiga y sobre sí misma.
Pequeños desastres es una exploración apasionante y brillantemente escrita sobre la maternidad, la amistad, el deber profesional y la culpa. Una novela que te perseguirá mucho después de terminar la última página.
Las emociones de un padre ante la iniciación verbal de su hijo impulsan este libro repleto de hallazgos. Sus páginas exploran el enigma de los aprendizajes esenciales que jamás recordaremos: empezar a caminar, hablar, formar la identidad y organizar nuestra memoria. Construyendo un luminoso relato lírico, su voz rinde tributo a la primera infancia y a la lengua misma, fruto de un raro equilibrio entre enamoramiento y reflexión.
Pequeñas alegrías reúne más de cuarenta artículos publicados por Hermann Hesse (1877-1962) en diversos periódicos y revistas, así como una veintena larga de escritos dispersos en tomos monográficos. Ordenados cronológicamente, los textos aquí recogidos ofrecen al lector un corte transversal autobiográfico de la vida del que fuera Premio Nobel de Literatura en 1946 -no en vano abarcan un lapso de más de sesenta años- y dejan traslucir en su estilo subjetivo, próximo al del diario, el perpetuo talante de viajero y la insatisfacción ante la vida sedentaria y estereotipada que caracterizaron al autor de El lobo estepario.
Pepe Mujica se inició como joven militante en partidos tradicionales, se volcó al partido comunista y luego a la izquierda armada, primero con torpes intentos de guerrilla urbana con objetivos a la Robin Hood, luego con golpes más ambiciosos. Fue apresado cuatro veces, recibió seis disparos y fue dado por muerto y se escapó dos veces de la cárcel, la segunda de las cuales fue la huida más emblemática de la historia. Estuvo once años preso y aislado, al borde de la locura, y se transformó para volver a la vida civil, luego a la política y finalmente llegar a la presidencia y convertirse en un líder mundial. Pero siempre, desde su infancia y hasta hoy, cultivando flores tal y como le enseñó con su madre.
Two best friends. Ten summer trips. One last chance to fall in love.
Poppy and Alex. Alex and Poppy. They have nothing in common. She’s a wild child; he wears khakis. She has insatiable wanderlust; he prefers to stay home with a book. And somehow, ever since a fateful car share home from college many years ago, they are the very best of friends. For most of the year they live far apart—she’s in New York City, and he’s in their small hometown—but every summer, for a decade, they have taken one glorious week of vacation together.
Until two years ago, when they ruined everything. They haven’t spoken since.
Poppy has everything she should want, but she’s stuck in a rut. When someone asks when she was last truly happy, she knows, without a doubt, it was on that ill-fated, final trip with Alex. And so, she decides to convince her best friend to take one more vacation together—lay everything on the table, make it all right. Miraculously, he agrees.
Now she has a week to fix everything. If only she can get around the one big truth that has always stood quietly in the middle of their seemingly perfect relationship. What could possibly go wrong?