La novela de terror que ha causado sensación en redes.
Harry, un exmarine, y su mujer, Sasha, han dejado su ajetreada vida en la ciudad para marcharse a vivir de la tierra en un rancho en las montañas de Idaho. Su maravilloso nuevo hogar se halla alrededor de quince hectáreas de campo, álamos y bosques de pinos en el valle de Teton. Aunque sus amigos no comprenden este extraño cambio de vida, Harry y Sasha no pueden estar más emocionados del futuro que están construyendo juntos y sin ayuda de nadie.
O al menos hasta que sus vecinos les advierten del espíritu que habita el valle. Uno que, dependiendo de la estación, acecha y cambia de aspecto. Aunque al principio crean que no se trata más que de una superstición local, conforme vayan pasando las estaciones, todo se volverá cada vez más peligroso y siniestro.
Un magnífico debut perfecto para lectores de Stephen King.
Desde niña, Holly ha tenido que cuidar de su hermano y comportarse como la madre responsable que nunca tuvieron. Día tras día intenta dar normalidad a sus vidas, aunque toque salir corriendo y empezar de cero. Por la felicidad del pequeño Roni está dispuesta a todo, incluso a renunciar a sus propios sueños.
Las dificultades y desengaños que ha soportado le han hecho creer que el amor no es para ella y la han transformado en la persona desconfiada que es. Pero todo cambiará cuando conozca a su nuevo vecino, un atractivo bailarín rubio de ojos azules llamado Gonzalo. Holly se esforzará para ver todos sus defectos, pero ha dado con el chico perfecto y, sin poder remediarlo, ya se está enamorando de él.
Bianca ha sido educada para ser la futura esposa del príncipe Liam, sin importar lo que ella pueda sentir. Por desgracia, se deja seducir por un joven que destroza su corazón, y su matrimonio con el príncipe se va al traste, dejándola de nuevo a merced de nuevo de los deseos de su padre. Dos años después, Bianca está a punto de casarse con un hombre mayor, por culpa de su progenitor. Pero todo toma un giro inesperado, cuando Bianca encuentra la salida de ese matrimonio concertado que viene de la mano de alguien a quien amó, pero que ya la traicionó…¿Puede confiar en él esta vez?
Cuando Eric recibe su primera misión como agente secreto de la ASEN, no espera tener que hacerse pasar por estudiante universitario. Y mucho menos tener que hacerse amigo de Martín, el chico más popular (y más cretino) del campus, lo que convertirá la misión en todo un reto.
Al principio, Martín no es más que un objetivo para él. Y, para Martín, Eric es solo un extraño con intenciones ocultas. Pero las chispas no tardan en saltar entre ellos y, quizá, no sean tan diferentes como ellos piensan.
En 1969 Raúl Zurita empieza a escribir El sermón de la montaña, su primer poema. Deja ya patentes buena parte de sus inquietudes creativas: la reflexión sobre lo transitorio y lo efímero, la experiencia del yo y especialmente la búsqueda, a través de la poesía, de mantras contra el dolor. Todas ellas se desarrollan en Mi Dios no ve, un itinerario documental por las más de cinco décadas que el chileno ha consagrado a la escritura. Mi Dios no ve incluye poemas, relatos autobiográficos, fragmentos de entrevistas, traducciones. Y también imágenes de sus intervenciones de land art, de acciones performativas sobre su propio cuerpo y de otras incursiones en el arte contemporáneo. El libro reclama, así, el reconocimiento de Zurita no sólo como gran poeta, sino como artista total.
Incómodo y problemático, Léon Bloy fue uno de los escritores católicos más controvertidos de su tiempo. El profesor Pierre Glaudes atribuye su sensación de extrañamiento a tres razones fundamentales: su ultra-catolicismo en una época que se estaba descristianizando; la complejidad de su lenguaje y el empleo de un vocabulario muy particular; la propensión a convertir arcaísmos latinos en neologismos franceses, derivada de su conocimiento del latín y, en particular, de la Vulgata de san Gerónimo. Estas dificultades no impidieron que se ganase la admiración y el reconocimiento de algunos seguidores. Mi diario revela la sensación de extrañeza que embarga a quien se empeña en vivir conforme al principio de ejemplaridad religiosa. Léon Bloy (Périgueux, 1846-Bourg-la-Reine, París, 1917) fue el segundo hijo de una familia pequeñoburguesa. A los dieciocho años se trasladó a París para dedicarse al arte y a la literatura. La amistad con Barbey d’Aurevilly le acercó al catolicismo, pasando así de un anticlericalismo furibundo a un catolicismo intransigente. Durante una estancia en el Santuario de La Salette, conoció al abad Tardif, que lo introdujo en el estudio de la simbología bíblica. En 1889 se casó con Jeanne Molbech, lo que le proporcionaría la serenidad que necesitaba para publicar sus escritos.