Félix F. Yusúpov nació en una de las más antiguas y poderosas familias de la aristocracia rusa. La muerte de su hermano mayor Nikolái en un duelo lo convirtió en heredero de una inmensa fortuna. En estas Memorias de antes del exilio, escritas en francés y publicadas en 1952, la recreación de una vida de fastos y lujos casi increíbles se alterna con observaciones sagaces sobre la avaricia; la fe en presagios y apariciones, con el horror al falso misticismo; la complacencia en el poder, con momentos de duda y crisis. Yusúpov fue el instigador y responsable principal del asesinato de Rasputin, que para él debía abrir una nueva era de regeneración en Rusia. Lo que siguió, sin embargo, fue la Revolución soviética, que lo desposeyó de sus riquezas y lo lanzó al exilio.
Un relato admirable y ya clásico, en la estupenda traducción de Julio Cortázar. Un emperador romano se inclina sobre su pasado: el poder, las conquistas, los turbios episodios palaciegos, las horas de triunfo y de peligro... Adriano cuenta su propia vida y poco a poco el César va dejando asomar al hombre, su atormentada intimidad, su secreto, que habría de fijarse en estatuas, en poemas, en templos. Bajo la forma de una autobiografía imaginaria minuciosamente fundamentada en la realidad histórica, Marguerite Yourcenar reconstruye un tramo espectacular de la historia.
Alabada unánimemente por la crítica como una de las obras más singulares, bellas u profundas de la literatura del siglo XX y considerada a menudo la primera novela posmoderna, Memorias de Adriano marcó un hito en el género de la narrativa histórica y descubrió al mundo una auténtica maestra del arte narrativo. La espléndida traducción de Julio Cortázar ha contribuido a atraer constantemente a nuevos lectores interesados en el emperador del siglo II, "casi un sabio", que fue tal vez uno de los últimos espíritus libres de la Antigüedad.
Mucho se ha escrito sobre soldados, aventureros y pícaros y sobre lo que, en sustancia, estos modos azarosos de comportamiento social significaron para las gentes de la España del siglo XVII. Fauna plural y variada en gustos, cubría toda la escala de la sociedad desde el aristócrata hasta el estudiante; se nutría de hidalgos empobrecidos; capitanes de fortuna, sirvientes y lacayos, aventureros desengañados, beatos, gente de iglesia, rufianes, ermitaños y los ciento cincuenta mil vagabundos que a fines del siglo XVI circulaban por España. Inclusive los propios escritores se dejaban, a veces, arrastrar por tan gustosas ocupaciones. Algunos de estos sujetos escribieron acerca de sí mismos mezclando la realidad con la fantasía, esta última con caracteres de retórica adjetiva cuya excrecencia percibe el lector.
La de Bioy Casares es una obra extraordinaria y vigente que, además, ofrece una especie de enigma: esa etapa entre 1929 y 1940 en la que publicó varios libros de los que él mismo prefirió no acordarse. En Memorias, sin embargo, ofrece algunas precisiones al respecto.
En estas páginas habla también de sus primeros perros y caballos, de sus disidencias con el grupo Sur, de su acceso al género fantástico a partir de un espejo veneciano en el cuarto de vestir materno, de su compleja relación con Silvina, de ese folleto sobre el yogur y la leche cuajada que significó el debut de una de las sociedades literarias más destacadas de todos los tiempos con Jorge Luis Borges, de la estancia de los Bioy en Pardo y de un inolvidable hotel que lo motivó a escribir ese particular cóctel que él define con toda naturalidad y terminó por convertirse en uno de los estilos más reconocibles de la literatura argentina: "historias donde conviven animales feroces, que sugieren épocas bárbaras y frívolos turistas de nuestro tiempo".
En Memorial del convento José Saramago realiza una incursión en la narrativa histórica.El volumen recorre un periodo de aproximadamente 30 años en la historia de Portugal durante la época de la Inquisición. El planteamiento registra no sólo el hecho histórico, sino que reconstruye la vida popular de la época, en un recorrido por los diferentes pueblos de los alrededores de Lisboa.El rey D. Joâo V necesitaba herederos y, como doña Maria Ana no los concebía, él promete levantar un convento en Mafra a cambio de tener herederos. Simultáneamente, asistimos a la vida cotidiana del pueblo a través de la visión de un soldado que perdió la mano izquierda en la guerra contra los españoles. En un auto de la Inquisición, Baltasar conoce a Blimunda, una mujer con poderes mágicos que ve dentro de las personas, y cuya madre fue desterrada a Angola por tener poderes semejantes. Desafiando los rigores de la religión, ambos se casan mediante un ritual de sangre. Baltasar se convierte en ayudante del padre Bartolomeu, que, bajo la protección del rey, trabajaba en inventar una máquina para volar. La máquina de volar simboliza dos ideales: los cultos, representados por el propio padre Bartolomeu, y los populares, personificados en Blimunda y Baltasar.Una narración directa, sin concesiones, vigorosa y rica. Saramago da al lenguaje de esta novela el tono de las narraciones históricas y realiza con él verdaderos malabarismos sintácticos.