A Grazia Deledda le concedieron el Premio Nobel de Literatura en 1926. Entre sus méritos destaca su memorable capacidad para desbrozar y relatar con sencillez los pensamientos y pasiones del alma humana. De manera análoga, es sobresaliente su estilo nítido, elegante y a menudo lleno de poesía que desarrolla en sus maravillosas descripciones paisajísticas.
El presente título es una de las mejores novelas de Grazia Deledda. En ella se narra la historia de Mariana Sirca, una joven sarda acostumbrada desde pequeña a la silenciosa pero constante presión que su entorno le impone en su vida. Mariana decide ser protagonista de su propia vida, y decide casarse con Simón, un bandolero de la zona. No obstante la rectitud de sus intenciones, su decisión es una afrenta es vista como una afrenta comprensible en el rural y arcaizante ambiente sardo.
Mariana Sirca es, sin duda, una de las mejores y más típicas novelas de Grazia Deledda.
Coronada reina de Escocia con apenas seis días, María Estuardo es uno de los personajes más enigmáticos y apasionantes de su tiempo. Su vida y sus desdichas han suscitado la curiosidad de multitud de estudiosos. Educada en Francia, refínada, culta y hermosa, su adhesión al catolicismo en la turbulenta época de las revueltas protestantes, la complicada política sucesoria en Inglaterra, así como la fragilidad política del reino de Escocia la convirtieron en una traidora intrigante y en una santa de la Iglesia católica al mismo tiempo. El retrato de toda una época.
María Antonieta nació en Viena en 1755, hija del emperador austríaco Francisco I y de María Teresa. En mayo de 1770 contrajo matrimonio, cuando tenía catorce años, con Luis XVI de Francia. De nuevo la destreza de Stefan Zweig para el retrato y su finísima comprensión del alma humana se unen para dibujar un cuadro extraordinario de la más famosa víctima de la guillotina: su tormentosa llegada a Versalles, la frustración ante la frialdad de su esposo, su apasionado romance con el conde Von Fersen y, finalmente, el caos y el terror que la revolución trajo consigo.
Desde su publicación en Bogotá (1867) las ediciones de "María" se han multiplicado a lo largo de los siglos XIX y XX. Esencialmente romántica, tiene, sin embargo, elementos realistas y costumbristas que evidencian el interés de su autor por el habla popular. Junto a claras reminiscencias literarias aparecen algunos datos biográficos que han dado lugar a frecuentes polémicas sobre su supuesto carácter autobiográfico.
In the 1950s, Oscar Hammerstein is asked to write the lyrics to a musical based on the life of a woman named Maria von Trapp. He’s intrigued to learn that she was once a novice who hoped to live quietly as an Austrian nun before her abbey sent her away to teach a widowed baron’s sickly child. What should have been a ten-month assignment, however, unexpectedly turned into a marriage proposal. And when the family was forced to flee their home to escape the Nazis, it was Maria who instructed them on how to survive using nothing but the power of their voices.
It’s an inspirational story, to be sure, and as half of the famous Rodgers & Hammerstein duo, Hammerstein knows it has big Broadway potential. Yet much of Maria’s life will have to be reinvented for the stage, and with the horrors of war still fresh in people’s minds, Hammerstein can’t let audiences see just how close the von Trapps came to losing their lives.
But when Maria sees the script that is supposedly based on her life, she becomes so incensed that she sets off to confront Hammerstein in person. Told that he’s busy, she is asked to express her concerns to his secretary, Fran, instead. The pair strike up an unlikely friendship as Maria tells Fran about her life, contradicting much of what will eventually appear in The Sound of Music.
A tale of love, loss, and the difficult choices that we are often forced to make, Maria is a powerful reminder that the truth is usually more complicated—and certainly more compelling—than the stories immortalized by Hollywood.
1907. León, Nicaragua. Durante un homenaje que le rinde su ciudad natal, Rubén Darío escribe en el abanico de una niña de nueve años uno de sus más hermosos poemas: «Margarita, está linda la mar...».
1956. En un café de León, una tertulia se reúne desde hace años, dedicada, entre otras cosas, a la rigurosa reconstrucción de la leyenda del poeta. Pero también a conspirar. Anastasio Somoza visita la ciudad, en compañía de su esposa, doña Salvadorita. Estáprevisto un banquete de pompa y boato. Habrá un atentado contra la vida del tirano, y aquella niña del abanico, medio siglo más tarde, no será ajena a los hechos.