Esperando a los bárbaros es una novela de clara intención moral: una parábola de una Sudáfrica desquiciada por el racismo, una denuncia de la brutalidad y de la arrogante ignorancia del poder. Por el Premio Nobel de Literatura J.M. Coetzee.
Un día el Imperio decidió que los bárbaros eran una amenaza para su integridad. Primero llegaron al pueblo fronterizo policías, que detuvieron sobre todo a quienes no eran bárbaros pero sí diferentes. Torturaron y asesinaron. Después llegaron los militares. Muchos. Preparados para realizar heroicas campañas militares.
El viejo magistrado del lugar trató de hacerles ver con sensatez que los bárbaros habían estado desde siempre allí y nunca habían sido un peligro, que eran nómadas y no se les podía vencer en batallas campales, que las opiniones que tenían sobre ellos eran absurdas... Vano intento. El magistrado solo logró la prisión y el pueblo, que había aclamado a los militares cuando llegaron, su ruina.
Cuando en 1953 se estrenó en París Esperando a Godot, pocos sabían quién era Samuel Beckett, salvo, quizá, los que ya lo conocían como exsecretario de otro irlandés no menos genial: James Joyce. Por aquellas fechas, Beckett tenía escrita ya gran parte de su obra literaria; sin embargo, para muchos pasó a ser «el autor de Esperando a Godot». Se dice que, desde aquella primera puesta en escena -que causó estupefacción y obtuvo tanto éxito- hasta nuestros días, no ha habido año en que, en algún lugar del planeta, no se haya representado Esperando a Godot. El propio Beckett comentó en cierta ocasión, poco después de recibir el Premio Novel de Literatura en 1969, que Esperando a Godot era una obra «horriblemente cómica». Sí, todo lo horriblemente cómica que puede resultar la situación de dos seres cuya grotesca vida se funda en la vana espera de ese ser al que llaman Godot.
Espejo Viejo es el título de este libro que nos propone 21 Miguel Ángel Medina Fernández, como parte de ese “manojo de experiencias”, que es su octogenaria vida; y al leerlo, resulta imposible no retener algo que podamos usar a nuestro favor, o bien ajustarlo a nuestra propia realidad, Cada composición emerge en un ambiente donde confluyen la humanidad y la naturaleza, para formar una asociación donde la una toma ejemplo de la otra, El amor a la Patria, a sus héroes y símbolos, a la familia, los hijos, la mujer, la tierra y cada ser que acompaña este viaje que significa la existencia. Miguel Ángel Medina ofrece con sencillez y belleza una imagen que no miente y que se vuelve cada vez más cercana e infinita.
Cuando la oscuridad es parte de nosotros, huir es un sueño vano. Una partitura maldita lleva a la enajenación a un joven obsesionado con un dotado intérprete. Un crucifijo de poderes desconocidos enferma a turistas y peregrinos, hasta el punto de convertir sus milagros en demoníacos. Un juego, en apariencia inocente, revela espectros abrumadores, presencias que no han llegado a cumplir su misión en la Tierra.
En esta selección, Vernon Lee se insinúa entre el crepúsculo de las almas, en un juego de esperas y ambigüedades que empuja a sus protagonistas al borde de la locura. Cuatro siniestros relatos para sumergirse en el abismo del Yo. Y perderse entre las ruinas del inconsciente.
Imagina: eres un tiburón de las finanzas estilo lobo de Wall Street, perteneces a una buena familia y siempre lo has tenido todo; por no hablar de que no hay chica que se te resista. Y cuando estás a punto de rozar la cumbre del éxito con las yemas de los dedos, lo pierdes todo... por tu culpa. Tu única salida es volver a empezar y ahí estás, con tu traje esnob, en un polígono industrial en tu primer día como ceniciento. Pero, tranquilo, Alejo, que este no es el cuento de siempre, ¿o tal vez sí?
Después de vender más de 4.500.000 ejemplares de sus obras Elísabet Benavent despliega en Esnob su virtuosismo narrativo para hablarnos de las relaciones de amor en un mundo frenético donde lo habitual es encontrar a la persona a golpe de match. Esnob es una radiografía de las relaciones humanas mordaz e irónica, divertida y tierna, porque en este cuento lo de menos es el final.
Imagina: eres un tiburón de las finanzas estilo lobo de Wall Street, perteneces a una buena familia y siempre lo has tenido todo; por no hablar de que no hay chica que se te resista. Y cuando estás a punto de rozar la cumbre del éxito con las yemas de los dedos, lo pierdes todo... por tu culpa. Tu única salida es volver a empezar y ahí estás, con tu traje esnob, en un polígono industrial en tu primer día como ceniciento. Pero, tranquilo, Alejo, que este no es el cuento de siempre, ¿o tal vez sí?
Después de vender más de 4.500.000 ejemplares de sus obras Elísabet Benavent despliega en Esnob su virtuosismo narrativo para hablarnos de las relaciones de amor en un mundo frenético donde lo habitual es encontrar a la persona a golpe de match. Esnob es una radiografía de las relaciones humanas mordaz e irónica, divertida y tierna, porque en este cuento lo de menos es el final.