El triunfo histórico de Roma está ligado indisolublemente a su dominio militar. Es mediante la guerra como se hace con el Mediterráneo, después conquista Europa hasta el Báltico, el norte de África y los confines de Asia: una empresa increíble tanto en su extensión geográfica como en su continuidad histórica. Y es su ejército, sus legionarios y sus comandantes los que consiguieron esa proeza. Escipión el Africano, Mario, Tito, César o Pompeyo fueron algunos de los hombres que forjaron el imperio.
Adrian Goldsworthy , uno de los especialistas más prestigiosos del mundo antiguo, nos cuenta cómo hacían la guerra los romanos, desde la lucha durísima contra Cartago y el brillantísimo Aníbal, en el siglo III a.C, hasta el último intento desesperado por recuperar el Imperio de Occidente, en el siglo VI d.C. Traza asimismo la evolución del ejército y del sistema político que lo dirigió. No obstante, en todo momento el núcleo más importante de la obra se refiere a los propios comandantes y a su pericia como líderes. Los romanos cuentan con algunos de los generales más versátiles y extraordinarios de la historia. Muchas de las brillantes estrategias utilizadas en su día aún las estudian los generales actuales.
Publicada anteriormente como Grandes generales del imperio romano, esta nueva edición recupera el título de la edición original (En el nombre de Roma) e incorpora imágenes representativas de sus protagonistas y de su época.
En el corazón repentino" reúne la obra poética de la trascendental filósofa Simone Weil, donde pone en duda la actitud de la sociedad. Son poemas difíciles, aunque muy plásticos, abstractos pero impresionistas, de vaivén entre las alturas espirituales y los descensos a los infiernos mecanizados del mundo obrero y la lucha de clases. Edición bilingüe traducida por Adolfo García Ortega.
En 1819, el barco Essex zarpó del puerto de Nantucket, en la costa este de Estados Unidos, con el objetivo de cazar ballenas durante dos años. Quince meses después, mientras navegaba en pleno Pacífico, el barco fue atacado por una ballena gigante, y la tripulación se vio obligada a refugiarse en tres botes salvavidas. Fue entonces cuando empezó la tragedia: por temor a las tribus caníbales que se creía que poblaban las islas del Pacífico, emprendieron una travesía camino al este. Tres meses después, la tripulación del barco Dauphin vio un pequeño bote a la deriva en las costas de Sudamérica. Al acercarse, descubrió un montón de huesos humanos junto a dos supervivientes. El hambre había obligado a los marineros a comerse a sus propios compañeros. Nathaniel Philbrick relata en este libro una de las crónicas más trágicas y emocionantes de la historia marítima. La de unos hombres al borde del horror cuyo coraje y lucha por sobrevivir fueron más allá de cualquier límite imaginable.La dramática travesía del Essex cobra vida en la gran pantalla con espectaculares imágenes en alta mar, un Moby Dick de tamaño impactante y con un reparto plagado de estrellas.
Un viejo amigo de la facultad de medicina de Irvin Yalom le está pidiendo ayuda imperiosamente. En sus cincuenta años de amistad, Bob Berger nunca había compartido sus terrores nocturnos con su íntimo amigo. Sin embargo, ahora, se ve obligado a hacerlo: único superviviente de una familia húngara de origen judío, a los diecisiete años Berger logró escapar de los nazis y se exilió en Estados Unidos donde, con el tiempo, se convirtió en un cardiocirujano de prestigio. Desde entonces su vida se desarrolló en dos planos: uno diurno, como reconocido profesional y padre de familia, y otro nocturno, en el que fragmentos de aquel terrible pasado se estaban colando en sus sueños. En cinco décadas, jamás había confesado a nadie la oscuridad que lo atormentaba. Ahora, sin embargo, se ve obligado a compartir con él ese gran secreto. Tras una vida definida por la expiación y la represión, un peligroso encuentro ha desencadenado el doloroso recuerdo de aquellos años. Para sanar, Yalom y Berger deberán interpretar los fragmentos del pasado y lograr que el presente vuelva a ser una realidad.
Un directivo de la industria siderúrgica aparece muerto dentro de su BMW quemado. No se trata de un «accidente» aislado: alguien está llevando al extremo el propósito de que se tome conciencia del cambio climático y se haga algo al respecto.
El miedo a que pronto el objetivo del criminal escale y haya un atentado masivo se apodera de la inspectora Eva Nyman.
Para evitarlo, recurre a su unidad especial Nova. Lo que no sabe es que, durante el transcurso de la investigación, tendrá que lidiar con una serie de pistas que la llevarán a revivir una historia traumática de su pasado.
En el castillo de Argol es un particular homenaje que Julien Gracq rinde a la novela gótica y al Parsifal de Wagner, considerado por el autor como una indagación en la parte demoníaca que tiene todo mito de redención, en la doble naturaleza de todo salvador: «Seréis como dioses, conocedores del bien y del mal». Así, rodeado por tormentas, mares amenazadores y bosques siniestros, Albert, último heredero de una familia noble, llega a su casa solariega de Argol, en la inhóspita Bretaña. Su retiro espiritual se verá pronto roto por la llegada de Herminien, su mejor amigo, y de una extraña muchacha llamada Heide, poseedora de una belleza tal que «antes incluso de que fuera percibida, era sentida como única».
El triángulo amoroso está formado y el escenario dispuesto para un intenso drama.