Los mitos literarios y el dinamismo intelectual en Francia sedujeron a Vargas Llosa en los inicios de su carrera hasta el punto de que llegó a creer que sólo se convertiría en escritor si llegaba a París y lograba aclimatarse a un ambiente que concedía a las artes y al pensamiento un lugar privilegiado. Las novelas de Dumas y Flaubert le abrieron la imaginación y lo inclinaron hacia el realismo, y las ideas de Sartre, Camus, Bataille, Aron y Revel le mostraron cómo debía ser un intelectual público.
Según indica Carlos Granés en el prólogo de este libro, «su formación intelectual y cultural le dio la certeza de que cualquier escritor latinoamericano, incluso uno nacido en la provincia peruana (un bárbaro), podía participar en todos los asuntos políticos, culturales y sociales de su época si se nutría de sólidas tradiciones literarias y filosóficas.
Cata y Leo vienen de mundos muy distintos. Ella es una de las escritoras de novela romántica más famosas del momento, con todo lo que eso supone. Él, en cambio, lleva una vida mucho más tranquila como dueño de una pequeña y desconocida librería. Aun así, ambos comparten la misma pasión: el amor por los libros.
Sin embargo, para Cata no está siendo fácil escribir su nueva novela. Se pasa los días delante de una hoja en blanco, totalmente bloqueada. Así que cuando recibe una invitación para asistir a un festival de escritores en la ciudad de sus sueños, lo interpreta como una señal. ¿Será ahí donde encuentre por fin la inspiración? ¿Qué ocurrirá cuando un malentendido cruce su camino con el de Leo?
El autor de El psicoanalista y La historia del loco nos trae otra escalofriante y trepidante novela de suspense psicológico.
Megan y Duncan Richards han recorrido un largo camino desde 1968 y su pasado radical. Él trabaja en un banco; ella en el sector inmobiliario. Tienen dos hijas adolescentes y un hijo pequeño. Pero el pasado no los ha olvidado.
Desde su celda de la prisión, la bella y despiadada terrorista Tanya, con quien los Richards estuvieron implicados en 1968, planea vengarse de la pareja, a la que culpa de su captura. Pronto saldrá de la cárcel.
Y comenzará a resolver un asunto pendiente, comenzando por el hijo de los Richards...