Una fantasía contemporánea romántica y cautivadora sobre una adolescente que debe lidiar con la maldición de amor de su familia que florece cada año, junto con sus tulipanes encantados.
Lark Goode, una chica de diecisiete años, solo quiere una cosa: escapar del pueblo de Cutwater y de la historia que persigue a su familia. Dicha historia comenzó durante la tulipomanía holandesa de 1636, cuando un antepasado de Lark robó los últimos bulbos de tulipanes y huyó al Nuevo Mundo. Sin embargo, cuando los tulipanes brotaron en terreno norteamericano, trajeron una locura que acompañaba a sus pétalos níveos.
Una locura llamada amor.
Generaciones más tarde, los Goode siguen malditos: esas flores antinaturales que brotan en su jardín provocan que sus vecinos se enamoren perdidamente de cualquiera que tenga sangre Goode en las venas. A pesar de que su hermano acepta ese extraño poder, lo único que quiere Lark es librarse de él.
Cuando Edie Ledwell, angustiada y con aspecto descuidado, aparece en la oficina suplicando hablar con la detective privada Robin Ellacott, ésta no sabe muy bien cómo afrontar la situación. Edie, cocreadora de una popular serie de dibujos animados llamada Un corazón tan negro, está siendo acosada por internet por un misterioso personaje llamado Anomia, del que está desesperada por descubrir su identidad.
Robin decide que no puede ayudarla y no vuelve a pensar en ello hasta que, unos días más tarde, Edie aparece apuñalada y muerta en el cementerio de Highgate, el escenario de la serie Un corazón tan negro.
Robin y su socio Cormoran Strike se ven entonces envueltos en la búsqueda de la verdadera identidad de Anomia. Pero, con una compleja red de nombres falsos en línea, intereses comerciales y conflictos familiares que resolver, Strike y Robin trabajan en un caso que pone a prueba sus poderes de deducción y los expone a una amenaza insospechada.
René, un anciano transgénero que tocaba el piano en cabarets, pasa los últimos momentos de su vida postrado en una cama bajo la estricta vigilancia de Olga, una enfermera con la que rememora días de militancia, y viejos amores y amistades.
Ahora, a sus noventa y tres años, echa la vista atrás para evocar tanta vida compartida y duramente conquistada: las revueltas de Stonewall, la represión policial, décadas de activismo por los derechos de la comunidad LGTBIQ+, los estragos de la irrupción del sida, que tantos amigos se llevó, los cuidados entre personas que comparten la marginación... ¿Adónde ha ido a parar tanto esfuerzo, si siguen oyéndose voces intolerantes que amenazan con derrumbarlo todo? René sabe que su lucha y la de sus amigas no ha cesado: lo que empezó en los años sesenta sigue en la era Trump.