Todas las cartas reúne la correspondencia de Clarice Lispector a lo largo de toda su vida. La autora vivió casi dos décadas en el extranjero, por lo que mantuvo una larga y fructífera correspondencia con sus círculos intelectuales y familiares. Esta recopilación constituye un corpus fundamental para comprender su trayectoria personal y literaria.
El material, organizado por décadas —de 1940 a 1970—, va acompañado de notas que lo contextualizan en términos de tiempo y lugar, que además incluyen sustanciosas referencias culturales. Con gran cantidad de material inédito, fruto de una minuciosa investigación, este volumen ofrece una visión panorámica tanto de la persona como de la escritora.
Yo quisiera servirme del dato científico como de una carga propulsora para salir de los hábitos de la imaginación y vivir incluso lo cotidiano en los confines más extremos de nuestra experiencia; en cambio me parece que la ficción científica tiende a acercar lo que está lejos, lo que es difícil de imaginar, y que tiende a darle una dimensión realista». Italo CalvinoEn este volumen se reúnen todas las cosmicómicas, relatos en los que su autor asumió el divertido deber de aligerar los arduos conceptos de la ciencia contemporánea, y creó así un género más próximo a los mitos cosmogónicos que a la ciencia ficción. Según sus propias palabras: «Muchos críticos han definido estos cuentos míos como un nuevo tipo de ficción científica.
Siempre supe que mi madre estaba loca. La novela más impactante de Hervé Le Tellier, autor de La anomalía.
Un destacado escritor francés se adentra en su propia historia en esta elocuente reflexión sobre las relaciones familiares disfuncionales.
Hervé Le Tellier no se consideraba a sí mismo como un niño infeliz. Y, sin embargo, entendió desde muy joven que algo andaba mal. Alcanzados los setenta años de edad y con la distancia emocional que facilita el paso del tiempo, Le Tellier se sintió capaz de escribir la historia de su familia.
Abandonado temprano por su padre y criado en parte por sus abuelos, se vio profundamente afectado por la relación con su madre, una mujer con problemas y con percepciones dañinas sobre el amor.
En este relato perspicaz y profundamente personal, Le Tellier intenta recordar tiempos difíciles sin ira ni arrepentimiento y, a veces, incluso con humor.