Dalinar Kholin desafió al malvado dios Odium a un duelo de campeones en el que se decidirá el futuro de Roshar. Los Caballeros Radiantes solo tienen diez días para prepararse... y la repentina ascensión del taimado e implacable Taravangian al puesto de Odium lo ha sumido todo en una tremenda confusión.
La lucha desesperada prosigue simultáneamente a lo largo y ancho del mundo: Adolin en Azimir, Sigzil y Venli en las Llanuras Quebradas y Jasnah en Ciudad Thaylen. El exasesino Seth deberá purgar Shinovar, su tierra natal, de la oscura influencia de los Deshechos. Lo acompaña Kaladin, que afronta una nueva batalla ayudando a Seth a combatir sus propios demonios... y tendrá que hacer lo mismo con Ishar, el demente Heraldo del Todopoderoso.
Villa Melania es una absorbente saga familiar que evoca otra era de forma realmente bella. Algunas puertas están cerradas por alguna poderosa razón.
«Es posible que todos estemos algo resquebrajados por dentro, que nadie conserve intacta la luna del espejo en el que nos contemplábamos siendo niños.»
En Villa Melania hay una habitación llena de espejos rotos y de recuerdos trágicos. En la mansión señorial de los Lanuza Vega, con su prado de caléndulas y su anciana jacaranda, se pasean los fantasmas de varias vidas truncadas en la noche de la víspera de Reyes de 1966, cuyo eco resonará de manera ensordecedora ese mismo día en 2019. El retrato de Melania, la hermosa y dañada Melania, sigue presidiendo la casa tantos años después. Sus pasos se escuchan sobre tarimas y escaleras; buscan a esa persona capaz de oír a los objetos contar sus historias. Esas historias que ni las hermanas ni el buen cuñado de Melania quieren contar; esas historias que Camila, su sobrina nieta, descubrirá demasiado tarde; esas historias que solo Cloe, la hermana de Camila, sabrá atender y comprender.
Muerte, melancolía, enfermedad, pero también celos, envidia, dolor y miedo acechan desde esos espejos rotos en los que se refleja lo que fueron y lo que son quienes alguna vez vivieron en esa casa. Solo existe una manera de arreglar las lunas y las vidas quebradas: hablar, porque «al callar enterramos a nuestros muertos un poco más hondo».
UNA FAMILIA CON MUCHO PODER
La bodega Mas Vidal es una de las más grandes del país.
Cuando su propietario Mateu Vidal, patriarca de una poderosa saga de empresarios, desaparece entre los cientos de hectáreas de viñedos, sus hijos no permiten que el caso recaiga únicamente en los policías de la zona. Quieren a los mejores y cuanto antes.
UN POLICÍA EN CRISIS
López acaba de mudarse al Empordà, en el norte de Cataluña, huyendo del estrés y de la unidad de élite de la Policía Nacional en la que trabajaba. Cuando recibe una llamada de su antiguo jefe, sabe que le va a meter en un lío, pero no puede evitar coger el teléfono. Tras descubrir a Mateu Vidal ahogado en vino, López sabe que se acabó su tranquilidad.
UN ESCENARIO TAN IDÍLICO
COMO INQUIETANTE
J. L. Romero convierte el Empordà, tierra de vino, mar y viento, en el escenario de una investigación sin tregua en la que López tendrá que lidiar con los fantasmas del pasado, el suyo y el del país. Una trama vibrante donde viejas rencillas, retorcidas y ocultas como las raíces de la vid, acaban emergiendo de la manera menos esperada.