En un mundo diferente al nuestro, en el que los veranos y los inviernos duran generaciones, un gran conflicto está a punto de estallar. Robert Baratheon ocupa el Trono de Hierro en el cálido y opulento sur de Poniente. Se lo arrebató tras una sangrienta guerra al último rey loco de la dinastía Targaryen, señores de dragones.
Sin embargo, ahora su poder se ve amenazado: en el norte, el Muro erigido para proteger el reino de las bestias y de los extraños se tambalea. Hace siglos que nadie ve a los caminantes blancos, pero ¿quiénes son entonces esos seres de ojos azules y fríos que se ocultan en las sombras de los bosques y que les arrebatan la vida y la mente a aquellos desafortunados que se cruzan en su camino? El final del verano está próximo, se acerca el invierno y solo un milagro podrá disipar las tinieblas.
El choque de progreso y tradición y una guerra que amenaza con engullir toda Europa en la más ambiciosa y épica novela del maestro de la ficción histórica.
La revolución está en el aire
1792. Un gobierno tiránico está decidido a convertir Inglaterra en un poderoso imperio comercial. Mientras, Napoleón Bonaparte comienza su ambicioso ascenso al poder y, en medio de un gran descontento social, los vecinos de Francia se mantienen en máxima alerta.
Yo solía trabajar limpiando las casas de otras personas, ahora apenas puedo creerme que este sea mi hogar. La encantadora cocina, la calle tranquila, el enorme jardín en el que los niños pueden jugar. Mi marido y yo hemos ahorrado durante años para que mis hijos tengan la vida que se merecen.
Aunque siento algo de recelo hacia nuestra vecina, la señora Lowell, veo su invitación a cenar como una oportunidad para hacer amigos. Cuando su doncella abre la puerta con un delantal blanco y el pelo recogido en un moño tirante, sé exactamente cómo se siente. Pero su gélida mirada me produce escalofríos...
La doncella de los Lowell no es lo único extraño de nuestra calle. Estoy convencida de que alguien nos observa. Y cuando conozco a la mujer que vive enfrente, sus palabras me dejan petrificada: «Ten cuidado con tus vecinos».
¿Cometí un terrible error mudándome aquí con mi familia?
Pensaba que había dejado atrás mis secretos oscuros. Pero ¿podría ser este apacible barrio residencial el sitio más peligroso de todos?