Desde que son niños Edie, Jake y Ryan han sido inseparables. Ellos tres contra el mundo. Edie pensaba que su amistad podría con todo, así que cuando su marido Jake es brutalmente asesinado y su mejor amigo, Ryan, acusado del crimen, su mundo se desmorona.
Edie está sola por primera vez en muchos años en la casa del acantilado que compartía con Jake. Está en pleno duelo y tiene miedo, y no le falta razón para tenerlo, pues alguien la está vigilando, alguien que ha estado esperando este momento. Ahora que Edie es vulnerable, el pasado del que ha intentado huir desesperadamente está a punto de llamar a su puerta.
El sacerdote Luis Córdoba está a la espera de un trasplante de corazón. Es un cura amable, alto, gordo, pero su mismo tamaño hace que no sea fácil encontrar un donante. Como los médicos le aconsejan reposo y su residencia tiene muchas escaleras, recibe hospedaje en una casa donde viven dos mujeres, una de ellas recién separada, y tres niños. Córdoba, que es bueno y culto -crítico de cine y experto en ópera-, goza compartiendo lo que sabe con las mujeres sin esposo y los niños sin padre. Pronto se ve envuelto y fascinado por la vida familiar y, sin pretenderlo, empieza a desempeñar el papel de paterfamilias y a replantearse sus opciones de vida.
Salvo mi corazón, todo está bien es la historia de un sacerdote bondadoso -inspirado en un cura real- que pone a prueba sus creencias y su optimismo inquebrantable en un mundo hostil. Su crisis existencial, en medio de personajes llenos de ganas de vivir, nos muestra una visión del matrimonio como una fortaleza sitiada: los que están dentro quieren salir, y los que están fuera quieren entrar.
Cleo se pasa el día escribiendo sobre historias de amor..., pero ninguna es la suya.
Cuando la editora jefa de su columna de consejos amorosos le pide que se «case consigo misma» en una remota isla irlandesa, Cleo accede. ¿Una aventura romántica en solitario en un paraje idílico? ¡No hay problema!
Sin embargo, cuando se instala en su lujosa cabaña, aparece un estadounidense alto, moreno y testarudo que insiste en que es él quien tiene reservado el pequeño refugio.
Mack se niega a irse y Cleo tampoco cede. Y, cuando una tormenta se les echa encima, no les queda otra que guarecerse juntos. Por lo menos solo será una noche...
Pero ¿y si una noche en la isla es solo el principio?