«¡El horror!. [...] Aquella fue la expresión de algún tipo de creencia; había en ella franqueza, convicción, una nota vibrante de rebeldía en el susurro, y el rostro atroz de una verdad vislumbrada: la extraña mezcla de deseo y de odio».
Publicada originalmente en 1899, El corazón de las tinieblas es una de las obras que definen el siglo XX. En ella, el marinero inglés Charlie Marlow narra a cuatro amigos la travesía que realizó tiempo atrás remontando un río africano en busca de un personaje misterioso: Kurtz, jefe de una explotación de marfil que puede haber cruzado la línea que separa el bien del mal para entregarse a una locura atroz. El corazón de las tinieblas puede leerse como una novela de aventuras o como exploración descarnada de los excesos del colonialismo, pero es, sobre todo, un viaje a las profundidades más oscuras de la condición humana.
Cuando se conmemora el centenario de la muerte de Joseph Conrad, esta edición, con traducción del escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez, rinde homenaje al autor polaco y a su novela más célebre, uno de los pocos mitos genuinos de nuestro tiempo. Como afirma Vásquez en el prólogo, El corazón de las tinieblas es «una de las ficciones más ambiguas, inasibles y enigmáticas de nuestra tradición, uno de esos libros son muy pocos sin los cuales sabríamos menos. Aunque es verdad: en este libro se cuentan cosas que preferiríamos no saber. Tal vez por eso lo seguimos necesitando».
La joven Nanami no puede participar en actividades extraescolares por su asma, pero le encanta leer y pasar el tiempo en la biblioteca, entre historias. Un día, Nanami se da cuenta de que, a pesar de que la biblioteca está tan poco frecuentada como siempre, sus libros favoritos están desapareciendo poco a poco.
Cuando avisa al personal, nadie la toma en serio. Pero entonces Nanami se topa con un misterioso hombre con un traje gris. Intenta seguirlo, pero fracasa y él deja a su paso tan solo un extraño haz de luz entre las estanterías. Es entonces cuando Tora, el gato favorito de los lectores, acude al rescate. ¿Podrán superar juntos los desafíos que les aguardan?
Soy ateo. Soy anticlerical. Soy un laicista militante, un racionalista contumaz, un impío riguroso. Pero aquí me tienen, volando en dirección a Mongolia con el anciano vicario de Cristo en la Tierra, dispuesto a interrogarle sobre la resurrección de la carne y la vida eterna. Para eso me he embarcado en este avión: para preguntarle al papa Francisco si mi madre verá a mi padre más allá de la muerte, y para llevarle a mi madre su respuesta. He aquí un loco sin Dios persiguiendo al loco de Dios hasta el fin del mundo».
Este es el arranque fulgurante de este libro único, que nadie había tenido la oportunidad de escribir, entre otras razones porque el Vaticano jamás le había abierto de par en par sus puertas a un escritor. Pero, además de único, este es un libro de plenitud, donde su autor logra convertir una propuesta insólita en un relato propio y magistral: un thriller sobre el mayor misterio de la historia de la Humanidad. Con esta novela sin ficción, Javier Cercas vuelve a su línea más personal, en la que logra enlazar sus obsesiones íntimas con una de las preocupaciones fundamentales de la sociedad actual: el papel en la vida humana de lo espiritual y lo transcendente, el lugar en ella de la religión y el ansia de inmortalidad.