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Y/N

It’s as if her life only began once Moon appeared in it. The desultory copywriting work, the boyfriend, and the want of anything not-Moon quickly fall away when she beholds the idol in concert, where Moon dances as if his movements are creating their own gravitational field; on livestreams, as fans from around the world comment in dozens of languages; even on skincare products endorsed by the wildly popular Korean boyband, of which Moon is the youngest, most luminous member. Seized by ineffable desire, our unnamed narrator begins writing Y/N fanfic—in which you, the reader, insert [Your/Name] and play out an intimate relationship with the unattainable star. Surreal, hilarious, and shrewdly poignant, Y/N is a provocative literary debut about the universal longing for transcendence and the tragic struggle to assert one’s singular story amidst the amnesiac effects of globalization. Esther Yi’s prose unsettles the boundary between high and mass art, exploding our expectations of a novel about “identity” and offering in its place a sui generis picture of the loneliness that afflicts modern life.
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YO ESTOY VIVO Y VOSOTROS ESTAIS MUERTOS

Fabulador, visionario, genio, profeta, chiflado, farsante, iluminado, psicótico, radical, drogadicto, místico, esotérico, paranoico... ¿Quién fue Philip K. Dick? De entrada, uno de los escritores de ciencia ficción más innovadores, ambiciosos y potentes de la segunda mitad del siglo XX. Pero no solo eso, porque su influencia se extiende mucho más allá del género. Su relevancia literaria radica en su capacidad de anticipar algunos aspectos inquietantes del mundo actual y en la exploración de temas de gran calado: el control de los individuos por parte del poder, las dimensiones alternativas, los límites de lo humano, la potenciación sensorial mediante el uso de sustancias psicotrópicas... Y por otro lado está el Philip K. Dick persona y personaje: el tipo que vivió la efervescencia contracultural de California, consumió con fervor anfetaminas y experimentó con el LSD y otros alucinógenos, que se sentía espiado por los servicios secretos, oía voces de procedencia desconocida, pasó por curas de desintoxicación y varios intentos de suicidio... No es extraño que Emmanuel Carrère, que concibe la literatura como un ejercicio de riesgo y no se atiene a las fórmulas establecidas, se sintiese fascinado por el talento desmesurado de Dick y le dedicase este ensayo biográfico, escrito con gran agilidad narrativa, en el que explora a fondo su vida y su obra.
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YO ME QUEDE ALLA PARA SIEMPRE

La primera antología de textos que recoge la década de Alfonso Reyes en España. Edición y prólogo a cargo de Jordi Soler. En octubre de 1914, orillado por la Guerra Mundial, Alfonso Reyes deja su empleo en la Legación de México en París y se refugia en Madrid ya sin cargo diplomático y confiando en poder sostener a su familia con su talento literario. Al llegar a España, con veinticinco años, comenzó a traducir y a escribir artículos y fue introduciéndose en el mundillo del Ateneo, que se extendía hacia los bares y los cafés de la época, en los que convivía con Valle-Inclán, Juan Ramón Jiménez, Ramón Gómez de la Serna, Miguel de Unamuno, Azorín, ManuelAzaña y un largo etcétera de presencias que palpitan en las páginas de esta antología. José Ortega y Gasset lo invitó a escribir en El imparcial -ahí empezó la espinosa relación del filósofo con el escritor mexicano- y luego lo reclutó como columnista de El Sol y de la Revista de Occidente
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