La inmortalidad: A partir del gesto encantador de una mujer, surge el personaje de Agnes, alrededor de la cual aparecerán su hermana Laura, su marido, Paul, y el mundo contemporáneo, que idolatra a la tecnología y la imagen. Y es que tal vez el hombre no sea sino su imagen, reflexiona Rubens, a quien sólo le quedan dos o tres fotografías mentales de la más excitante de sus amantes. Pronto, las aventuras de esos personajes imaginarios se mezclan con las de dos candidatos a la inmortalidad, Goethe y Bettina von Arnim, mientras la reflexión sobre el nacimiento del homo sentimentalis se alterna con las peripecias del singular profesor Avenarius.
Es ésta una extraordinaria historia de amor, es decir, de celos y sexo, de traiciones y muerte, y también de las debilidades y paradojas que marcan la vida de dos parejas, la compuesta por Teresa y Tomás, y la de Franz y su amante Sabina, cuyos destinos se entrelazan irremediablemente. En esta novela ya clásica, el lector penetra en la trama de actos y pensamientos que el autor va tejiendo con diabólica sabiduría en torno a sus personajes. Y, de manera magistral, lo que parece simple anécdota -los celos de Teresa hacia Tomás, el terco amor de éste por ella pese a su irrefrenable deseo de otras mujeres, el idealismo lírico de Franz, amante de Sabina, y la necesidad de ésta, amante también de Tomás, de perseguir una libertad que tan sólo la conduce a la insoportable levedad del ser- se convierte en reflexión sobre los problemas filosóficos que nos afectan a cada uno de nosotros, todos los días.
Jules Verne quizá lograra con La isla misteriosa su novela más intrigante y entretenida. La presente edición, en magnífica traducción de Teresa Clavel, se complementa con la introducción de Constantino Bértolo, uno de los críticos literarios más prestigiosos de las letras hispánicas contemporáneas.