En un mundo saturado de discursos, donde los límites de lo virtual no son precisos, cunde la sensación de que la realidad se nos escapa, nos falta, y los días parecen discurrir en el seno de su carencia: el deseo de realidad es energía que aspira a poner la vida en tensión. Este volumen, Deseo de realidad, que reúne la obra poética de Miguel Casado desde 1986, recoge un proceso guiado por ese impulso, y también por un sentimiento de la lengua que trata de alcanzar —en un ver que es a la vez un pensar—lo concreto, lo particular, lo que está ahí. Los poemas de Miguel Casado fluyen como una conversación solitaria, persiguiendo en ese trance un sentido nuevo tan personal como político, un núcleo existencial. La palabra directa, las formas abiertas, el verso libre y el diverso montaje de cada uno de los libros (de la secuencia narrativa a la exploración del azar, del monólogo digresivo al mosaico sin estructura) componen, siempre en movimiento, una voz poética singular. Trazada con lentitud, al ritmo de su lógica interna, la poesía de Miguel Casado ofrece un mundo inconfundible, de una escritura firme y sin concesiones.
Deseo de ser árbol es un poemario valiente, honesto, que arroja la luz sobre los conflictos con la familia, el amor y el deseo.
Ángelo Néstore, fiel a su poética, nos ofrece un acercamiento al deseo y su potencialidad que se materializa en la infancia y el entorno familiar, escenarios en los que se forja ese impulso y se limita su poder. Desde ese lugar nos sitúa ante un conflicto que nos libera y nos plantea otras formas de imaginar, de disfrutar y de amar orientadas hacia lo colectivo, lo orgánico y lo animal con el fin de proponer comunidades de afecto en las que otras formas de goce y placer sean posibles.
En medio de un indeterminado paisaje mediterráneo, un soldado exhausto y cubierto de suciedad huye de la violencia de la guerra, pero su plan de cruzar la frontera se tuerce cuando se encuentra con una mujer que también intenta escapar de la barbarie.
El 11 de septiembre de 2001, a bordo de un barco fluvial en las afueras de Berlín, el atentado contra las torres del World Trade Center interrumpe unas jornadas para rendir homenaje a Paul Heudeber, un brillante matemático de la RDA que, a pesar del fracaso de la utopía comunista, permaneció fiel al lado oriental del muro hasta su muerte. Casi veinte años después, y con la guerra de Ucrania de trasfondo, la hija de Heudeber evoca ese día y la trágica vida de Paul y de su madre, una figura ausente y contradictoria.