La conmovedora historia de tres mujeres que luchan desde la trinchera de sus propios hogares para hacer frente a las adversidades de la guerra civil.
A veces, un secreto une más que la amistad.
Esta es la historia de tres mujeres nacidas a principios del siglo XX: Lucía, una joven vasca de origen humilde; Elvira, una inmigrante burgalesa que se traslada a Bilbao para trabajar; y Renata, una bella italiana de padre gallego. Son mujeres normales, amas de casa, sencillas madres de familia que tienen en común el coraje para hacer frente a las adversidades. Sus destinos se cruzan a partir de un suceso violento ocurrido en 1937, en plena Guerra Civil. Desde entonces, y a su pesar, sus destinos se unen irremediablemente.
Poe sigue siendo para la mayoría el padre del terror contemporáneo, con sus cuentos extraordinarios y fantásticos, de modo que el gran prosista —autor de ensayos y de una novela, Aventuras de Arthur Gordon Pym— habitualmente se ha superpuesto al poeta. Sin embargo, Poe publicó cuatro libros de poemas en vida y nunca dejó de considerarse, esencialmente, poeta. Tamerlán y otros poemas, de 1827, era su primer libro. Pero su libro de veras significativo fue El Cuervo y otros poemas, editado en 1845. Es este Poe, el del último libro de versos y algún poema suelto publicado en revistas al fin de su terrible y sombría vida, el que se constituyó en ese faro del Simbolismo, representado en el cuervo que dice “Never more” —Nunca más— posado en el busto de Palas Atenea.
Una obra maestra de auténtica imaginación sobre el interminable conflicto entre el deseo de poder y la capacidad de crear.
El Silmarillion es el núcleo de los escritos creativos de J. R. R. Tolkien, una mitopoeia cuyos orígenes se remontan a un tiempo muy anterior a El Hobbit y El señor de los anillos.
Cuenta la historia de la Primera Edad, el antiguo drama al que se refieren los personajes de El Señor de los Anillos, y en el que algunos de ellos, como Elrond y Galadriel, tomaron parte.
Los tres Silmarils eran joyas creadas por Fëanor, el más dotado de los elfos. Dentro de ellos estaba encerrada la Luz de los Dos Árboles de Valinor antes de que los propios Árboles fueran destruidos por Morgoth, el primer Señor Oscuro. Cuando esto ocurrió, la Luz inmaculada de Valinor permaneció en vida solamente en los Silmarils, pero éstos acabaron en la corona de Morgoth, custodiada en la impenetrable fortaleza de Angband, en el norte de la Tierra Media.
El Silmarillion es la historia de la rebelión de Fëanor y sus congéneres contra los dioses, su exilio de Valinor y su regreso a la Tierra Media; de la guerra, desesperada a pesar del heroísmo, contra el gran Enemigo.
Los Silmarils eran tres joyas perfectas, creadas por Fëanor, el más talentoso de los Elfos, y dentro de ellas estaba aprisionada la última Luz de los Dos Árboles de Valinor. Pero el primer Señor Oscuro, Morgoth, robó las joyas y las colocó dentro de su corona de hierro, custodiada en la impenetrable fortaleza de Angband, en el norte de la Tierra Media.
El Silmarillion es la historia de la rebelión de Fëanor contra los dioses, su exilio de Valinor y su regreso a la Tierra Media, y su guerra, desesperada a pesar de su heroísmo, contra el gran Enemigo. Es el antiguo drama que rememoran los personajes de El Señor de los Anillos, y en cuyos acontecimientos participaron algunos de ellos, como Elrond y Galadriel.
¿Por qué es tan difícil quererte cuando te dejan de querer?
Ha pasado un mes desde que Serena vio por última vez a Matías. Un mes desde la ruptura más dolorosa de su vida. Pese al apoyo de sus amigas, las sosegadas mañanas en la librería y los paseos a orillas del lago, por las noches siente un vacío que no la deja respirar.
Durante esas madrugadas de insomnio, y también en su día a día, Serena empieza a imaginar conversaciones con Matías. Diálogos que evocan palabras que ella no había querido escuchar, frases que había decidido perdonar y muchos momentos en los que debería haberse alejado, pero no lo hizo.
Con el cálido abrazo del tiempo, los libros y la naturaleza, la joven emprende un viaje de redescubrimiento en el que conectará con su lado más íntimo y salvaje, con su propio cuerpo y deseo, y volverá a abrirse al amor para dejar atrás ese fantasma que no le permite avanzar.
Mientras la sociedad terrestre rechaza a los robots humanoides, los Mundos Exteriores, antiguas colonias de la Tierra, han basado su economía en el trabajo de los robots, desarrollando así una sociedad altamente tecnológica, mucho más que la terrestre, en la que los individuos no soportan la presencia de sus congeneres: todos los contactos sociales se producen por medio de proyecciones holográficas. Por eso, el detective Baley no sabe por dónde empezar cuando le envían a Solaria a resolver el primer asesinato que se produce en doscientos años, pues todo parece apuntar, paradójicamente, a que ha sido cometido por un robot.