Michael Mace, jefe de seguridad en una instalación de investigación ultrasecreta, abre los ojos en una morgue improvisada veinticuatro horas despues de su muerte, rodeado de los cadáveres de todos sus compañeros de trabajo, incluyendo el de su mejor amigo, Shelby.
Habiendo despertado con una habilidad extraordinaria, Michael es capaz de ser tan escurridizo como un fantasma. Se propone honrar a su difunto amigo ayudando a Nina Dozier y a su hijo, John, a quienes Shelby admiraba profundamente, a escapar del padre de John, miembro de una de las pandillas callejeras más violentas de Los Cngeles.
Para Maday, Airam era un sueño imposible.
Para Airam, Maday era el sueño que algún día haría realidad.
A lo largo de quince años de amistad, sus caminos nunca han coincidido, como si su historia estuviera destinada al fracaso. Pero a pesar de separarlos el rencor, la distancia y una vida separada, cada vez que se reencuentran regresan al pasado. Un pasado donde pudo ser todo. Un pasado que ambos tienen muy presente.
Él solo quiere olvidar.
Ella necesita pasar página.
PERO DONDE HUBO FUEGO SIEMPRE QUEDAN CHISPAS...
¿Por qué ha terminado trabajando en el pub irlandés de un aeropuerto donde cada día tiene que ver cómo otras personas se van de viaje a conocer sitios nuevos?
¿Por qué a pesar de que ya lleva meses viviendo en su apartamento aún no se siente en casa?
¿Le perdonará su familia lo que hizo hace año y medio?
¿Y superará alguna vez la despedida del amor de su vida?
Lo único que Lou sabe con certeza es que algo ha de cambiar.
Y una noche sucede.
Pero ¿y si la desconocida que llama a su puerta tiene incluso más preguntas y ninguna de las respuestas que ella busca?
Si cierra la puerta, la vida continúa, sencilla, organizada, segura.
Si la abre, lo arriesga todo de nuevo.
Pero Lou una vez hizo una promesa para seguir adelante.
Y si quiere cumplirla tendrá que invitarla a entrar.