En la capital de la colonia, Bella, una chica de su misma edad con unos conocimientos botánicos poco comunes, espera noticias sobre su padre, que regresa de la metrópoli.
Bella y Ökkó no lo saben, pero sus historias están a punto de cruzarse. De su mano viviremos el nacimiento de la colonia española, entre culturas enfrentadas y los avatares de los primeros exploradores de África, a través de una naturaleza desbordante y muchas veces letal.
En esta novela de trazos autobiográficos, Capote relata la historia de una pequeña comunidad norteamericana cuyos cimientos morales se ven conmocionados por un extraño episodio. Collin Fenwick, joven huérfano que vive con las solteronas Talbo, es testigo de la singular relación que une a las dos hermanas: Verena, rígida y avara, la mujer más rica del pueblo, y Dolly, que ha hipotecado su vida al cuidado de su hermana y la casa. Ambas padecen de soledad. Dolly sólo halla distracción en los ratos que pasa con Catherine, una negra que realiza las labores domésticas, y en ocuparse de su curiosa medicina para la hidropesía. La intervención de un pícaro que desvalija a Verena, frustrando de paso sus expectativas sentimentales, desencadena el acontecimiento central: Dolly y Catherine abandonan la casa y se instalan, junto al joven Collin, en la precaria cabaña construida en la cima de un enorme árbol. Este hecho insólito provoca el desconcierto en la buena sociedad del pueblo, entre cuyos preclaros miembros se cuentan un sheriff servil, los brutos de turno y, cómo no, el reverendo y su esposa. Pero los improvisados moradores del árbol también ganan adeptos, como los panaderos County, el joven Henderson y el peculiar juez Cool, que encuentra ocasión de redimir el vacío de su vida...
Un libro que ofrece diecisiete maneras de comprobar que «la lectura de ficción es una droga; el lector de ficciones, un adicto». Por el autor ganador del Premio IMPAC y del Premio Alfaguara de novela. De Joseph Conrad a Julio Ramón Ribeyro, de las verdaderas razones para lanzar la bomba atómica a una vehemente defensa del cuento como género, de los malentendidos alrededor del Quijote a una nueva manera de leer Cien años de soledad. En El arte de la distorsión vemos a un narrador inmerso en un combate cuerpo a cuerpo con sus lecturas. Con Los informantes e Historia secreta de Costaguana, Juan Gabriel Vásquez se ha situado en unos cinco años como uno de los escritores más importantes de su generación. Ahora, al reunir por primera vez sus mejores ensayos, nos presenta otra faceta de su labor literaria: diecisiete exploraciones que revelan a un lector agudo, original, apasionado. «El arte de la distorsión», ensayo que da título a este volumen, ganó el Premio Simón Bolívar.