Lo que no vi se hará palabra por palabra tímido tremor entre los versos. Lo que no sentí se hará número en la estrofa: el nudo ligero de tus manos el sitio de delicias escondido donde el tobillo ataja el cuerpo el lugar más oscuro de los muslos la dulce dureza de tus nubes. Dos minutos quedan decías de salida Ernesto en las quebradas. Como los primeros fuiste el último sudor, niño, pájaro de vuelta. Buscaré en mi boca, lejos el azoro de tu humedad multiplicante cuando esté seca buscaré, la noche ya llegada la apurada claridad de tu simiente.
En el Madrid de 2111, la detective Bruna Husky es contratada para investigar un atentado terrorista en las instalaciones de Eternal, una gran empresa tecnológica. Las primeras pistas la llevan hasta un periodista que sigue los pasos de uno de los asaltantes, pero cuando los implicados empiezan a desaparecer o a morir el rastro se pierde. La detective y su colega, el inspector Lizard, se verán atrapados en un enigma cada vez más sombrío, en una trampa mortífera diseñada por una mente criminal aterradora. Estamos ante una Bruna Husky llena de furia contra el mundo y, sobre todo, contra sí misma, porque ya no es una poderosa tecnohumana de combate, sino un débil androide de cálculo. Y es desde esa nueva fragilidad desde la que debe afrontar el caso más peligroso de toda su carrera.
Animales difíciles plantea aquello que no queremos mirar de frente: la inconsciencia con la que estamos desarrollando una superinteligencia desconocida, un poder absoluto, que no sabemos si seremos capaces de controlar y que puede convertirse en un arma definitiva y brutal.
Rosa Montero cierra por todo lo alto la serie de Bruna Husky, formada por las novelas Lágrimas en la lluvia, El peso del corazón y Los tiempos del odio. Espectacular, emocionante y peligroso, el último caso de la formidable detective es un apasionante rompecabezas de tensión creciente y final luminoso sobre el sentido de la vida y el destino de la Humanidad.
Un estudiante llega a una universidad de Colorado, en los Estados Unidos, en busca del sueño americano en su versión académica. La promesa del campus como un santuario en cuyas fronteras se han resuelto los problemas de Occidente -origen, raza, clase- sucumbe ante la realidad nocturna: los alumnos deambulan por los extramuros de la ciudad, a la caza de todo aquello que el día les niega: luz, compañía, ternura, certezas.
La mirada del protagonista explora las historias que se enhebran durante una noche interminable: la obsesión por Sudamérica como destino romántico, sexual y político; los amores paralelos y tóxicos; la necesidad de borrar las señas de identidad para crear otras nuevas; la literatura como resguardo; el futuro en la forma de una oscuridad apenas iluminada por algunas estrellas lejanas y ajenas.
Anna Karenina es, junto con la monumental Guerra y paz, una de las obras clave Lev Tolstoi, en la que vemos todas las señas de identidad del gran realismo ruso: fina crítica social y multitud de personajes con una profundidad psicológica asombrosa. Las desventuras de Anna Karenina y su afán por integrarse en una sociedad hipócrita que la margina por adúltera, pero perdona los desmanes de su amante, nos hacen reflexionar sobre la invisibilización de la mujer a la par que nos ofrecen un fresco monumental de la Rusia decimonónica y todas sus contradicciones.
Considered by some to be the greatest novel ever written, Anna Karenina is Tolstoy's classic tale of love and adultery set against the backdrop of high society in Moscow and Saint Petersburg. A rich and complex masterpiece, the novel charts the disastrous course of a love affair between Anna, a beautiful married woman, and Count Vronsky, a wealthy army officer. Tolstoy seamlessly weaves together the lives of dozens of characters, and in doing so captures a breathtaking tapestry of late-nineteenth-century Russian society. As Matthew Arnold wrote in his celebrated essay on Tolstoy, "We are not to take Anna Karenina as a work of art; we are to take it as a piece of life."
El monólogo –ácido, divertido, desgarrador– de una vieja actriz que repasa su vida y su carrera.
Anne-Marie, una vieja actriz, desgrana sus recuerdos. Evoca su infancia en una pequeña ciudad del norte de Francia; la juvenil fascinación por Brigitte Bardot, cuyas fotos recortaba y pegaba en un álbum; el hechizo del teatro; su llegada a París con diecinueve años; el encuentro con Giselle Fayolle, alias Gigi, desde el principio destinada a convertirse en una estrella... Se conocieron cuando compartieron escenario en las representaciones de Berenice: entre ambas hubo amistad, pero también rivalidad; sus carreras transcurrieron en paralelo y Anne-Marie se convirtió en la confidente de Gigi, cuya vida amorosa era mucho más agitada que la suya.
Anne-Marie nos habla también de su aburrida vida matrimonial con su difunto marido, de su operación de cadera, del hijo que ya no vive con ella, de los achaques de la vejez, de la soledad en su apartamento parisino...