El primer libro de Anthony Doerr compendia ocho relatos a través de los cuales el autor transporta al lector de la costa africana a los frondosos bosques de pinos de Montana y a los húmedos páramos de Lapland, trazando un vasto itinerario geográfico, pero también emocional. Doerr explora la condición humana en todas sus formas -metamorfosis, dolor, relaciones rotas, corazones que lentamente sienten cómo sus heridas cicatrizan-, evocando a la naturaleza en sus dos vertientes: la de la hermosa abundancia y la del temible poder que alberga y del que hace gala en ocasiones.
Los personajes que deambulan por estas páginas se enfrentan a adversidades que en todo momento parece que los van a superar, buscan su lugar en este mundo en constante devenir... y se encuentran unidos por la inquebrantable amarradura al deslumbrante universo que los rodea.
Al comenzar su trabajo como enfermera en una prisión de máxima seguridad, Brooke Sullivan enseguida aprende que hay tres normas cruciales:
1. Trata a los prisioneros con respeto.
2. Nunca reveles información personal.
3. Nunca jamás intimes con los reclusos.
Lo que nadie sabe es que Brooke ya ha roto las reglas. Nadie conoce su estrecha conexión con Shane Nelson, uno de los presos más peligrosos de la cárcel.
Desde luego no saben que Shane fue el novio de Brooke en el instituto, la estrella del equipo de fútbol americano, el chico perfecto que ahora cumple cadena perpetua por una serie de cruentos asesinatos. O que fue el testimonio de Brooke lo que le llevó allí.
Pero Shane lo sabe. Sabe más que nadie. Y nunca lo va a olvidar.
El reencuentro de los compañeros de armas transmite con asombrosa vivacidad los sentimientos de dos veteranos del ejército de las aldeas rurales de la China más profunda.
Uno de ellos murió en el frente de forma ignominiosa. El otro llegó a ser oficial. Los dos amigos se reúnen en espacios imaginarios y hablan de la vida, de su infancia campesina, de sus años en los cuarteles, de sus amores frustrados y de las batallas donde, en todas partes, la farsa compite con la tragedia.