1932. Victoria Georgiana Charlotte Eugenie de Glen Garry y Rannoch Georgie para los amigos es la trigésimo cuarta en la línea de sucesión al trono de Inglaterra, una verdadera dama educada en selectos internados suizos, de familia noble y... en la ruina. A sus veintiún años, huyendo de un posible arreglo con un príncipe casadero, decide abandonar el castillo familiar en Escocia y trasladarse a Londres para forjar su destino. Pero no va a ser tan fácil. Como le dice siempre su cuñada: «un miembro de la familia real, por secundario que sea, tiene el deber de no decepcionar a los suyos». Georgie no dudará en honrar su linaje, aunque eso implique ocultar su identidad para procurarse el sustento, espiar al príncipe de Gales por orden de la reina o aclarar cómo ha acabado un muerto en su bañera.
Seix Barral continúa con la recuperación de una autora que constituye ?un redescubrimiento único? (Die Zeit) con la historia de un gran amor y un gran crimen. Con epílogo de Elena Ferrante.
«La historia de un gran amor y de un crimen»: así definió la propia autora esta novela. La narradora y protagonista es Alessandra Corteggiani, que en esta inolvidable obra evoca sus propias vivencias familiares y personales para transitar por la historia italiana de los años entre el fascismo, la Resistencia y la reconstrucción.
En Una extraña ciencia, Julio Rodríguez ahonda en la línea poética que ha empezado a construir desde su primer libro: una poesía fresca y cercana, intensa pero contenida, que brilla con luz propia. Los poemas recogidos en este volumen plantean de manera magistral esa extraña ciencia de vivir, hablándonos sin tapujos de las pequeñas derrotas y satisfacciones cotidianas y haciendo una lectura del amor fuera de tópico
El tranquilo y lujoso barrio de Brecken Hill amanece conmocionado. Solo las grandes fortunas se pueden permitir una casa aquí y hay pocas fortunas mayores que la de Fred y Sheila Merton. Pero todo el dinero del mundo no puede protegerlos cuando la muerte llama a su puerta. Los Merton han aparecido brutalmente asesinados tras una tensa cena con sus tres hijos. Quienes, por supuesto, están devastados.
¿O quizá no?
A cada uno de ellos le espera ahora una herencia de millones de dólares. Nunca fueron una familia feliz por culpa de un padre vengativo y una madre distante, pero quizá uno de los hermanos es más inestable de lo que nadie imaginaba. ¿Puede que alguno reaccionara con violencia después de esa espantosa cena? ¿O fue otra persona quien apareció en la casa esa noche con la peor de las intenciones? Después de todo, si alguien de tu familia fuera capaz de una atrocidad así, lo sabrías.
¿Verdad?
El testimonio vivo de la conciencia social de una autora que fue faro intelectual de la izquierda y encabezó la lucha por la liberación de la mujer en Japón. De entre todos los escritores japoneses que alzaron sus voces contra las atrocidades de la guerra y la barbarie de la bomba atómica destaca con letras de oro el nombre de una mujer: Miyamoto Yuriko. Escritora comprometida, Yuriko describió la terrible situación de la clase trabajadora durante el periodo de capitalismo imperialista y militarismo desbocado en los años 30 del pasado siglo. Su obra es un canto a la vida y la lucha de las mujeres japonesas en el turbulento Japón de primera mitad del siglo XX, reflejando sin rencor la realidad de un país devastado que daba sus primeros pasos desde la desesperación hacia la esperanza, de la oscuridad hacia la luz.
«Los banqueros cuentan sus beneficios, los políticos sus votos y los poetas sus cosas. Cuentan y recuentan las cosas en las que se quedó enredada su vida. En los días de meditación y soledad, de vagabundeo doméstico, tomo conciencia de que tengo la casa llena de cosas. No se trata exactamente de que me importe tirar cosas, sino de que tengo inclinación a conservar las cosas que son mi casa. Para no confundir una fiesta con un acto de barbarie, conviene pensar lo que se desecha cuando se tira la casa por la ventana. Las cosas con capacidad de convertirse en un recuerdo suponen el deseo personal de atender a la vida, de vivir con atención, con amor.»
Publicada en 1908, Una habitación con vistas es una de las novelas más deliciosas y entrañables de E. M. Forster. Situada entre una Florencia todavía virgen del azote del turismo pero integrada en el grand tour de los viajeros europeos y la rígida Inglaterra victoriana, la novela desarrolla una historia de amor y sentimientos encontrados en cuyo transcurso Lucy Honeychurch, joven perteneciente a la buena sociedad inglesa, intenta abrir camino a su personalidad superando el obstáculo de las convenciones sociales. En estas páginas llenas de ironía y sutil humor que llevó al cine en su día James Ivory, Forster despliega una variada y atractiva galería de personajes y de sugerentes contrastes que hacen de ella una obra inolvidable.
Publicado en 1929, este ensayo revolucionario es un manifiesto literario y feminista que combina crítica, ironía y una prosa envolvente. Virginia Woolf traza la historia silenciada de las mujeres en la literatura y señala con precisión las estructuras que han limitado su libertad intelectual. Con su inconfundible estilo, nos invita a cuestionar los relatos dominantes y a imaginar un futuro en el que las escritoras puedan desarrollar su talento sin restricciones.
Texto señero del feminismo del siglo XX, basado en dos conferencias impartidas por Virginia Woolf en Cambridge, Una habitación propia indaga con singular ironía y talento narrativo en los graves efectos que tuvo la discriminación de género en la creatividad de las mujeres a lo largo de la historia, al tiempo que propone un camino liberador através de la independencia económica: para escribir novelas, una mujer debe tener dinero y un espacio propio.