Como en el cuento de Cenicienta, Sophie ve una noche cumplirse su sueño. A espaldas de su madrastra, se viste como una reina y acude al baile de disfraces más importante de Londres. Lo que es más, consigue captar la atención de Benedict Bridgerton, el soltero más atractivo y encantador de la reunión. Sin embargo, pronto vuelve a enfrentarse a su cruda realidad, la de una hija ilegítima, pobre y sin recursos. El destino quiere darle una segunda oportunidad cuando entra a servir en casa de Benedict, aunque él no reconoce en ella a la hermosa joven a la que lleva años buscando. Ella es ahora una simple criada, incapaz de revelarle la verdad. La magia de aquella noche parece perdida para siempre ¿o quizás no? DE PRINCESA RADIANTE... Sophie vivió una infancia extraña. Todos sabían que era hija del conde de Penwood y, aunque éste nunca la reconoció como tal, cuidó de que no le faltara nada. Todo cambió cuando su padre se casó de nuevo, y la madrastra y sus dos hijas hicieron de la vida de Sophie una pesadilla. Muerto el conde, su testamento las obligaba a cuidar de la niña, pero nunca la consideraron una igual. Y tampoco le permitirían nunca que se atreviera a competir con ellas por las atención de los muy cotizados solteros de la familia Bridgerton, tan atractivos como bien situados. Antes, la echarían a la calle donde, suponían, no tendría jamás una oportunidad de acercarse a ellos.
Montse, Julia y Juana son tres amigas españolas que residen en Londres. Para olvidarse de su estresante día a día (y para ayudar a que Montse supere la ruptura con un novio traicionero), escapan de viaje de chicas a Edimburgo.
Las mágicas tierras escocesas las sorprenderán más de lo que esperaban y cambiarán el rumbo que tenían planificado por uno mucho más tentador. Y, aunque allí donde van a ir a parar no tendrán ni crema de manos ni cobertura del móvil, a cambio encontrarán un castillo, highlanders apasionados e, incluso, un eterno amor que nunca se apaga.
Madrid, 1928. Entre las páginas de una revista nace la primera historia de una niña que cautivará a España. Su nombre es Celia.
Lo sabemos todo sobre Celia —lo que dice, sus aventuras, sus fantasías—, pero apenas conocemos a la escritora que la creó: Elena Fortún. La aclamada autora de Un destino propio, María Montesinos, novela los trece años en los que Fortún se convierte en la escritora más leída del país. Desde su llegada al Madrid en ebullición de la Segunda República hasta su exilio, este libro retrata, con una sensibilidad y elegancia exquisitas, a una mujer llena de incógnitas que fue capaz de alentar a todas las niñas a ser libres.
En estas páginas descubrimos una vida llena de luces y sombras: la temprana muerte de un hijo, la compleja relación con su marido militar, la amistad con las grandes intelectuales del momento y la aparición de un amor prohibido por una mujer a quien entregará su corazón para siempre.
Una hermosa historia de amor y desamor que nos traslada al mítico Hollywood de los años cincuenta, donde, tras los destellos y el esplendor, podrían esconderse las sombras de algunos sueño rotos o reconquistados.
Obstinada, rebelde, irreverente, incontrolable. Esos eran algunos de los adjetivos con los que, Andrew Greenwood, el estricto y comedido conde de Hardwick definía a Marian Miller, o «Demonio Miller», como solían llamarla.
Andrew había tenido que asumir la responsabilidad de su título y su familia demasiado pronto y no permitiría que nada ni nadie se interpusiera en su camino hacia la rectitud. Ni siquiera los sentimientos irrefrenables que esa muchacha indisciplinada le provocaba.
Marian sabía lo que significaba perder todo lo que amaba siendo una niña y lo único que ansiaba era librarse del yugo de su avaricioso tutor, asumiendo que valerse por sí misma era la única manera de estar a salvo del dolor que provocaba la pérdida.
Pero todo se complica cuando Andrew y Marian descubren que el amor y la atracción que los une son casi tan potentes como la animadversión que los separa.
A lo largo de cuatro décadas, la madre de Roald Dahl guardó todas las cartas que le enviaba su hijo. Ella fue la primera lectora del autor de Matilda, la persona que estimuló su deseo de narrar, fabular y entretener mediante la palabra escrita.
En esta correspondencia que ve la luz por primera vez en español, Dahl perfeccionó las dotes narrativas y el humor macabro que harían de él uno de los escritores más populares del siglo xx. También plasmó en detalle y sin morderse la lengua las experiencias cruciales de su vida, tan rica en aventuras como pródiga en tragedias: desde su educación en un estricto internado hasta sus primeros éxitos literarios, pasando por el terrible accidente de avión que sufrió en el desierto de Egipto, la colaboración con Walt Disney en Hollywood y los años de espionaje y diplomacia en las altas esferas de Washington.