Cuando Lara recibe un paquete lleno de cartas en plena mudanza su vida se detiene. Todo deja de importar: el traslado, su inminente boda, el comienzo de una nueva vida. Eliott, su primer amor, que desapareció diez años atrás, vuelve como el remitente de un envío que llenará el corazón de Lara con recuerdos que creía olvidados y que resurgirán del pasado con fuerza. Su vida se tambaleará entre la elección de un futuro estable junto a Harvey, el maravilloso hombre con el que Lara ha rehecho su vida o la de un destino del todo incierto.Hay amistades que surgen a primera vista como flechazos en el corazón, algunas veces la amistad se convierte en amor, y muy pocas veces, una parte de ese amor termina siendo eterno.
Rainer Maria Rilke está considerado uno de los poetas más importantes de la literatura universal. Apasionado y enamoradizo, su vida estuvo marcada por su insaciable búsqueda de la belleza. Quiso vivir por y para el arte, y fiel a esa máxima se convirtió en un viajero incansable que visitó España, Egipto o el norte de África acumulando experiencias que alimentaban su producción artística. Además de su obra lírica, también su correspondencia ha sido ampliamente difundida. Entre todas sus cartas destacan estas diez, publicadas poco después de su muerte, que escribió a Franz Xaver Kappus, un joven cadete aspirante a poeta que asiste a la misma escuela militar en la que años atrás se formó Rilke. En ellas, Rilke trata temas como la creación artística, la juventud, la soledad, el amor o la belleza. Un compendio conmovedor que invita a reflexionar.
Theo Van Gogh es un hombre «sin talento» que cifra su existencia en el amor que profesa al arte y a su hermano Vincent, el artista de la familia, a quien envía dinero y cartas llenas de melancolía. Esta correspondencia hasta ahora inédita, rigurosamente inventada por Julio César Pérez, juega de manera especular con las cartas reales de Vincent a Theo, se interrumpe poco antes de la muerte de ambos y no recoge ninguno de los acontecimientos que marcaron la vida del «loco pelirrojo». Habla, más bien, de las esperanzas y los miedos del menos conocido de los hermanos, del París de los impresionistas, del sentido profundo del arte.
En estas páginas hay sombra, hay muerte y tragedia, pero por encima de todo está la búsqueda, a veces infructuosa, de la belleza. Eso que Julio César Pérez persigue con una libertad insolente.
¿Es posible reinventar el pasado? ¿Hasta qué punto puede la ficción cambiar el curso de los acontecimientos? Marcelino Quijano y Quadra, payanés ilustrado e invencible tahúr, hombre de todas las épocas y de ninguna, se dedica a fabricar ficciones, un oficio tan misterioso como él mismo. Roba cartas de papel y husmea en ellas no solo para rastrear la novela que yace en toda suerte ajena sino también para reescribirla y salvarla, como un dios discreto, anónimo y bienhechor. Su última misión es tan absurda y delirante que si no hubiera ocurrido de verdad sería increíble: la firma de la paz, en 1988, entre el Reino de Bélgica y el Departamento de Boyacá, en guerra, sin que nadie lo supiera, desde 1867.
Tras el éxito de El hombre que no fue Jueves, Juan Esteban Constaín regresa a la novela con una historia en la que entremezcla magistralmente la realidad y la ficción, esa dualidad fundamental que define y le da sentido a la vida.
Paul Cézanne y Émile Zola iniciaron en la infancia una amistad que enlazaría sus destinos de por vida: no sólo compartían origen geográfico, medio social y educativo, e intereses intelectuales, sino también una profunda complicidad. Pese a la distinta suerte artística de cada uno―Zola alcanzó pronto reconocimiento y éxito, mientras que Cézanne, aislado, apenas expuso su obra hasta el final de su vida, gracias a Ambroise Vollard―, mantuvieron un fructífero diálogo durante treinta años, incluso después de la publicación de La obra en 1886 en la que supuestamente Zola retrataba a su amigo pintor de un modo poco favorable. Estas cartas muestran bajo una nueva luz la riqueza de una amistad tan compleja como genuina, y la singular sensibilidad de dos artistas que tuvieron el privilegio de conocerse y lo celebraron sincerándose sobre sus preocupaciones más íntimas, artísticas y personales, a menudo indistinguibles para ambos.