Los supervivientes del Apocalipsis Z se lanzan a una arriesgada travesía a través del Atlántico que termina en naufragio en medio de un terrible huracán. Rescatados en el último momento por un grupo de misteriosos norteamericanos, se ven obligados a acompañar a sus salvadores hasta una pequeña ciudad del golfo de México que continúa su vida como si el Apocalipsis jamás hubiese ocurrido. Sin embargo, pronto descubrirán que bajo ese paraíso placentero se esconden terribles secretos y un desafío que pondrá a prueba su capacidad para seguir vivos.
Los supervivientes del Apocalipsis Z huyen a las islas Canarias con la esperanza de encontrar una zona que no esté infestada de No Muertos. A duras penas consiguen llegar hasta Tenerife, donde tropiezan con un escenario aterrador: las islas están al borde de una guerra civil abierta entre dos gobiernos opuestos y su población se desespera por la falta de recursos para sobrevivir. Una suma de errores y malentendidos hará que las autoridades encarguen a los protagonistas una misión casi suicida: volar a Madrid para saquear el Hospital de La Paz, el último gran almacén de medicamentos que queda en una Europa vacía y devastada, y llevar su contenido de vuelta a las islas.
Luis tiene dieciséis años y la vida le dio un vuelco cuando le diagnosticaron cáncer. A Diego, residente de oncología, la vida le cambia en el momento que conoce a Luis y acepta ayudarlo a cumplir un último sueño: huir del hospital y viajar a Tarifa para despedirse de la chica de la que se enamoró el verano pasado.
Este es el arranque de una aventura que los llevará, en pleno agosto, desde Madrid hasta la costa mientras los padres de Luis y los jefes de Diego les pisan los talones. Esta emotiva y apasionante historia de amistad nos recuerda algo que solemos olvidar: a veces, es necesario hacer un trato con el vértigo y dejar todos los miedos atrás para así alzar el vuelo y empezar a vivir.