El primer grito fue el de un ferroviario aislado por la nieve, cuando sintió unos colmillos desgarrando su garganta. Al mes siguiente se oyó un grito de agonía proferido por una mujer a quien atacaban en su habitación. Cada vez que la luna llena brilla en la aislada y solitaria ciudad de Tarker´s Mills se producen escenas de increíble horror. Nadie sabe quién será la próxima víctima. Pero sí hay una certeza. Cuando la luna se muestra en todo su esplendor, un terror paralizante recorre Tarker´s Mills. En el viento se oyen gruñidos que parecen palabras humanas. Y por todas partes aparecen huellas de un monstruo insaciable...
Un senador ha muerto, y Mark Sway, un chico de once años, es el único que sabe dónde está escondido el cadáver. En el FBI quieren que revele el paradero a toda costa, sea cual sea el perjuicio para Mark y su familia. Y el asesino quiere que mantenga la boca cerrada para siempre. Reggie Love lleva menos de cinco años ejerciendo la abogacía. Solo ella puede salvar a Mark de dos amenazas aterradoramente simétricas. Juntos deberán enfrentarse al poder del aparato estatal y a las tretas de un asesino sin piedad.
En el convulso y puritano Boston en 1865, los miembros del club Dante -poetas y profesores de Harvard- dan los toques finales a la primera traducción norteamericana de La Divina Comedia a pesar de la oposición de la vieja guardia de la universidad, que quiere mantener al Nuevo Mundo alejado de lo que considera supersticiones extranjeras. Al mismo tiempo se suceden una serie de brutales asesinatos basados en los tormentos del Infierno de Dante. La investigación recae sobre Nicholas Ray, el primer y único policía negro del departamento de Boston. Los miembros del club junto con el policía marginado intentarán descifrar la clave que les lleve a identificar al asesino... aunque esté más cerca de lo que jamás hubieran pensado. Con más de dos millones de ejemplares vendidos y traducido a más de treinta lenguas, El club Dante se ha convertido en un clásico refrendado por el éxito entre el público y la crítica.
La primera regla del club de la lucha es no hablar del club de la lucha. Cada fin de semana, un puñado de jóvenes oficinistas se quita los zapatos y las camisas y pelean entre sí hasta la extenuación. Los lunes vuelven a sus despachos con los ojos amoratados y un embriagador sentimiento de omnipotencia. Pero estas reuniones son solo el comienzo del plan con el que TyIer Durden, proyeccionista, camarero y oscuro genio anárquico, aspira a vengarse de una sociedad paralizada por el consumis-mo exacerbado.
Escrita desde una celda con papel higiénico como único soporte, El diablo en la cruz se concibe como una declaración de intenciones en defensa de la lengua y la literatura africana, al mismo tiempo que se manifiesta como una feroz crítica a una sociedad víctima del neocolonialismo donde la explotación, el acoso sexual y la hipocresía están a la orden del día. El resultado es un retrato irónico y desnudo del sufrimiento de un pueblo que nunca ha renunciado a soñar con la libertad y que se atrevió a convertir este libro en un símbolo de esperanza.
Las culturas se fosilizan si están aisladas, pero nacen o renacen en el contacto con otros hombres y mujeres, los hombres y mujeres de otra cultura, otro credo, otra raza. Si no reconocemos nuestra humanidad en los demás, nunca la reconoceremos en nosotros mismos. De los espejos de obsidiana enterrados en la urbe totonaca de El Tajín a los espejos ibéricos de Cervantes y Velázquez, el de la locura y el del asombro, un intercambio de reflejos culturales ha ido y venido de una a otra orilla del Atlántico a lo largo de más de quince años; este ensayo cuenta esa historia, la nuestra.