¿Cómo influirán los robots en la vida de la humanidad? ¿Qué papel desempeñarán en un futuro más o menos lejano estos extraños mecanismos creados por el hombre casi a su imagen y semejanza? El autor nos brinda aquí unas narraciones que, sin lugar a dudas, moverán a reflexión.
Hay cosas por las que merece la pena esperar.
Avery Morgansten necesita huir del recuerdo de una noche fatídica, e irse a la universidad a miles de kilómetros de su casa parece ser el único modo de hacerlo. Solo tiene que centrarse en sus clases, en hacer amigos y, sobre todo, en no llamar la atención.
Hay cosas que merece la pena experimentar.
Cameron Hamilton es un metro noventa de irresistible atractivo completado por un par de imponentes ojos azules. Avery sabe que debería mantener las distancias, pero ignorar la tensión entre ellos, que saca un lado de ella que ni siquiera sabía que existía, es imposible.
Hay cosas que no deberían mantenerse en secreto.
Sin embargo, cuando Avery empieza a recibir correos electrónicos llenos de amenazas, tendrá que enfrentarse al pasado que tanto le ha costado dejar atrás. Pero, cuando la verdad salga a la luz..., ¿podrá seguir contando con Cam?
Y hay cosas por las que merece la pena luchar.
Por el Desiré desfilan los sueños y realidades de un elenco de personajes memorables encabezado por Bella, cantante de boleros; Poco, un viejo enigmático de origen incierto; la solterona y cándida Antonia y su hermano Damián. Sus vidas son una demostración imponente de la distancia, a veces insalvable, que media entre los deseos de felicidad y las posibilidades reales de alcanzarla.
Como el anverso y el reverso de un bolero, esta sobrecogedora novela juega con una contraposición: sobre el espacio urbano degradado de un local nocturno madrileño, el Desiré, se proyecta la postal pintarrajeada de un improbable y suntuoso Tropicana, el legendario club cubano en sus mejores tiempos, convertido en mito y refugio de un puñado de soñadores.
Te trataré como a una reina, la tercera novela de Rosa Montero, puede ser vista como una farsa negra y como una tragedia rosa. La fuerza e intensidad con que está narrada, la contundencia de personajes que pueden tocarse, permiten ver, con ácida verdad, un mundo desportillado que descubre la soledad de todos, bajo los falsos colores de una pintura que se resquebraja.
Caracas 2010. La crisis energética es aprovechada por el gobierno revolucionario para decretar cortes eléctricos que, durante horas, funden a negro todo el país. En esos lapsos de tiempo, Venezuela parece retroceder en la historia hacia una nueva Edad de Piedra que se filtra por todas las rendijas. En medio de esta atmósfera, dos amigos, un escritor frustrado y un psiquiatra acostumbrado a involucrarse en la vida de sus pacientes, conversan sobre una serie de crímenes ocurridos en el último año. Pedro Álamo, otro de los personajes de esta novela polifónica, busca obsesivamente en los juegos de palabras -los que crea y los que sueña de su admirado Darío Lancini- la clave para entender el desquiciado mundo en el que vive. Como si buscara convertir la realidad en algo diferente cambiando el orden de los elementos que la forman, intentando encontrar así su exacto significado.Literatura, rock, sueños, violencia, política, amor, ausencias y miedos se entremezclan en la mente de los protagonistas. Abren laberintos, crean encrucijadas y producen cortocircuitos vitales. Con esta historia en la que todo parece caminar al borde del delirio. Donde la Venezuela actual se ve reflejada en un espejo atravesado por sombras apocalípticas y sus habitantes se enfrentan al destino que les aguarda inexorable; sea este el cumplimiento de sus obsesiones o la muerte.