Los artículos que versan en este libro refulgente del "danilismo efectivo", bien podrian ser un faro de luz que conduzca a puerto seguro a los que navegan en los mares tempestuosos de la envidia, de la insinceridad y del allante.
El autor no encierra entre los barrotes del miedo, los conceptos que libera en estas paginas acerca de los que viven de la política, a muchos de los cuales reconoce sus virtudes y , a otros, les enseña que ésta es una ciencia para el bien, y como tal, debe ir en provecho de los necesitados, con afecto y desinterés.
La historia que se desarrolla en la novela corta Un despertar entre dos vidas, se alimenta de dos fuentes diferentes y, al mismo tiempo, vinculadas entre sí: el secuestro entre Isaac e intento de linchamiento. Lo segundo por la iniciativa de algunos buenos ciudadanos de tomar la justicia en sus manos.
En esta novela, Marcos Rodríguez hace su apuesta más alta, pero a diferencia del autor de Lazarillo de Tormes (1554), quien, como todo perverso, prefirió contemplar los efectos de su obra desde la sombra protectora del anonimato, Marcos se cuelga de su rama y lanza un coscorrón a la cabeza del tigre.
La novela de marcos no es la historia de un pícaro. La inevitable analogía nace del elemento común al pícaro y al antisocial: la decadencia del sistema.
En el verano de 1956 desapareció en Nueva York Jesús Galíndez, representante del Gobierno vasco en el exilio ante el Departamento de Estado norteamericano. Fue secuestrado, torturado y asesinado, y todas las sospechas apuntaron a la mano...