“Somos dominicanos por Duarte, que supo enfrentar la fuerza y opinión prevaleciente en sus días, que era partidaria de la separación, esto era, separarnos de los haitianos y colocarnos bajo la protección de una de las grandes potencias de la época”
La tesis principal del presente ensayo es de lo más sencilla: no hay forma, no hay perspectiva desde la cual la invasión haitiana a la República Dominicana sea beneficiosa para este país.
La suplantación de la población nacional por legiones de personas sin ninguna calificación profesional, técnica, laboral. Sin patrimonio, en condiciones económicas críticas, al borde de la sobrevivencia. Sin cultura productiva, lo que han demostrado con la devastación de su propio país. Con otra visión del mundo, con otra religión, con otras costumbres, que entran en conflicto agudo con las tradiciones nacionales.
¿Hemos hablado de color de piel, de raza? No, nada que ver. Hablamos del ethos –la personalidad- de los haitianos, en contraste a la de los dominicanos, que nada tiene que ver con la raza sino con la cultura. Adicionalmente, la República Dominicana se independizó de Haití, mientras los haitianos, desde siempre, hasta la fecha, han aspirado a ocupar la Isla entera (“una e indivisible”). Para bien o para mal, los dominicanos y los haitianos son enemigos históricos.
Este libro es una recopilación de artículos escritos por el autor que reflexionan sobre el que hacer económico. Denota la necesidad de hacer economía a partir de un referente teórico; destaca el carácter multidimensional de los procesos económicos; el rol y la importancia de la historia en el análisis económico; la relevancia de las instituciones como reguladoras; entre otros aspectos.
Cuando el trabajo en equipo, la sensibilidad social y la identificación con los valores culturales obran en conjunto, el esfuerzo que hace comunión con la causa no tarda en convertirse en frutos de alto significado y esperanzadora motivación a favor de la colectividad. Existen personas morales y físicas, que por el rol que desempeñan en el entorno social donde han nacido se convierten en entes de definidas promesas, capaces de producir bonanzas válidas en el espacio y el tiempo.
Educar para entender la forma de solucionar los principales problemas ambientales del mundo, en un momento en que la tecnología avanza cada segundo, es un reto para los países que deseen alcanzar el desarrollo sostenible.
“La educación ambiental es la formación programática de individuos conscientes y responsables de su entorno ecológico”.
Esta obra es una amplia recreación de la vida armoniosa de nuestros campos, otrora espacios para elevar el culto a la convivencia humana y sobre todo, a grandes principios de que la vida no amerita estar rodeada de grandes fortunas, sino de un ambiente ecológico, moral, ético y mayormente compuesto de patrones conductuales que sirvan de referencia de estilos de vida frugal y llenos de espiritualidad.
Sus capítulos tratan, cuando no, de lecciones sociales, asuntos esotéricos a veces, mejores prácticas de la convivencia en el hogar, la vida matrimonial como un instrumento de ser feliz. Las invocaciones a Dios son frecuentes como referencia de las buenas obras, las experiencias académicas… y un canto de felicidad al evocar la llegada de sus hijos Evangelina, Eva y Rey Martín.