El bolero latinoamericano se inicia en los años 80 del siglo XIX y la aparición
de nuevos boleros perdura hasta nuestros días. Su período de oro transcurre en las décadas de los años 40, 50 y 60 del siglo XX. Es a partir de la década del 70 que la producción del bolero le cede su lugar a la balada, siempre guardando el aire romántico del primero.
Los países en los cuales tuvo mayor presencia, por tener el mayor número de compositores y de intérpretes, al mismo tiempo, fueron Cuba, México, Puerto Rico y República Dominicana. Y es de esos países de los cuales se exponen las minibiografías de sus creadores, en particular de los autores de la música, 310 en total. La gran mayoría de quienes lo crearon fueron autores de la música y la letra.
Aurora es una joven campesina de veintidós años. Tras una gran tormenta que arrasa su casa, su familia y ella deben buscar un nuevo futuro. Ella es contratada para trabajar en otro país, pero es engañosamente vendida por su amiga a una red de trata de blancas, cuyo objetivo es explotarla sexualmente. Esta organización busca chicas exóticas, en su mayoría latinoamericanas, para venderlas en los burdeles por distintas ciudades en Alemania. Ven a conocer la impactante y gran historia biográfica de Aurora.
En este ensayo el autor plantea que la pandemia de la COVID-19 impactó la economía de Noto, Japón, y como respuesta que las autoridades locales tomaron la controvertida decisión de consignar parte de los fondos destinados a atender la emergencia para la construcción de una estatua gigante de calamar. El objetivo de esta inversión pública era impulsar el turismo, la cultura pesquera y gastronómica, así como la economía local, basada en uno de sus símbolos más relevantes: el calamar. El autor aclara que las autoridades municipales de Noto utilizaron solo una pequeña parte de la subvención extra proporcionada por el Gobierno central durante la pandemia y la complementaron con ahorros internos, a fin de financiar la infraestructura. Asimismo, sostiene la hipótesis de que esta fue una medida inteligente que permitió revitalizar la economía de dicha localidad.
Discurría el año 1806. El eco tardío de la revolución Francesa, henchido de reivindicaciones humanas, repercutía aún en la parte occidental de la isla de Saint Domingue que servía entonces de asiento a una de las organizaciones coloniales más prósperas del mundo.