Los muertos hablan en idioma forense, una obra biográfica en clave de tragicomedia negra, recopila en forma de anécdotas en extremo singulares, las dilatadas experiencias de Francisco J. Díaz (MD FCAP FASCP), Chief Medical Examiner, Office of the Chief Medical Examiner, en Washington, DC., patólogo de origen dominicano, con especialidades en patología forense y autopsias, patología anatómica y patología clínica.
Sus vivencias acumuladas desde hace más de veinte años sin dudas harán estremecer al lector, a la vez que permitirán derribar de manera jovial, con fina ironía, ciertas imágenes preconcebidas en torno a las víctimas y sus disímiles circunstancias, a la hora de conversar en silencio con quien las examina detenidamente.
Pocos dominicanos han leído estos dieciséis relatos de viajeros extranjeros que visitaron nuestro país entre 1850 y 1929 y que hoy, por primera vez, han sido traducidos al español.
Bernardo Vega se ocupó de ayudar a ubicarlos y seleccionarlos, logró su traducción y los editó con sus propios comentarios, agregando más de 160 ilustraciones de la época.
Estos relatos fueron originalmente capítulos de varios libros sobre viajes a las Antillas, todos difíciles de encontrar por su rareza y describen la cotidianidad dominicana, esa "pequeña historia", así como las experiencias de esos viajeros durante un período de casi ochenta años de nuestra historia republicana que se caracterizó, precisamente, por los enormes cambios que tuvieron lugar en nuestra sociedad.
Algunos de los autores aquí incluidos fueron simples turistas escritores, pero otros eran diplomáticos o personas que vinieron en misiones específicas, como, por ejemplo, para intentar traer emigrantes o promover el Protestantismo.
Las enormes dificultades de transporte dentro del país, la humilde forma de vida del campesino, la magra comida, los modestos hoteles, así como entrevistas con personalidades dominicanas, discurren frente a un lector que reirá algunas veces y se ofenderá en otras, ante la forma en que esos "primeros turistas" cuentan sus aventuras entre nuestros antepasados.
* Tomado de la primera versión en español, Fundación Cultural Dominicana, 1991.
Esta obra es un amplio glosario de una variante del idioma español que expresa sentimientos y hechos de manera sintética y precisa, con denominaciones resumidas y sentidos figurados que ahorran palabras y crean imágenes de manera magnífica.
[Soto Jiménez] nos aporta esta obra testimonial de su experiencia vivencial y la de muchos otros, que han abrazado con persistencia la profesión castrense, lo que permite al lector, no importa sus quehaceres y nivel cultural, conocer en términos precisos la cosmovisión militar dominicana sin ningún desperdicio ni olvido. Es como si de repente y de un tirón, una mano para nada intrusa, nos levantara un velo y nos permitiera ver los intersticios de una realidad, que quizás sin saberlo, está más cerca de nosotros los civiles, de lo que nosotros creemos y talvez queramos.
En este proceso, quedan también los reflejos de la vida en continuo aprendizaje. Ha sido una transición y transformación decidirme a escribir acerca de esta experiencia que cambio mi vida, y la vida de mis hijos para siempre.
Zuly Taveras, nueva poeta oriunda de Villa Tapia, nos sorprende y emociona con una hermosa y cautivadora lírica impregnada de metáforas ardientes en un aliento estético y espiritual de singular prosapia literaria.
Al adentrarse en el fuero entrañable de su fecunda sensibilidad y en la veta espiritual de su mundo interior, nuestra poeta capta y formaliza las intuiciones de su talento creador, a plasma con el encanto de su palabra y el fulgor de su significado, fuente y eco de la expresión que fascina y el sentido que ilumina.
En su formalización literaria, base de su visión amorosa y cauce de su inspiración fecunda, fluyen las imágenes de su percepción sensorial y el contenido de su visión del mundo, belleza y sentido de un estremecimiento que eleva y una emoción que embriaga con el aroma rutilante de su aura entrañable y la expresión fecunda de su creación poética.
En medio de una dimensión terrenal asaltada por el caos, el , desamor, que solo se advierte con la degradación humana, un grupo de hombres y mujeres dejan atrás la vida secuencial para reconstruir, partiendo de un adrupto despertar, lo que se supone sería hallar el camino a la felicidad dependiendo de una larga o - corta ruta trillada por cicatrices heredadas, ruta que conducirá a cada uno de los personales centrales de Luces de alfareros, a hallar el verdadero camino anclado a la sustancia primigenia del yo esencial, tomando como base el éxodo bíblico.