En una realidad cada vez más competitiva y hostil, no basta con conocer las herramientas tradicionales de la cooperación, la comunicación y la civilidad. Como reza la paradójica sentencia, el que quiera paz deberá prepararse para la guerra. En la política, los negocios y buena parte de nuestras interacciones sociales, es el conflicto, interno y externo, el que rige la toma diaria de decisiones. Robert Greene lo sabe bien: a partir del estudio de siglos de historia humana, ha sintetizado las claves de la defensa, el ataque, los planes de batalla, la diplomacia y el manejo del triunfo y la derrota en 33 máximas fundamentales para todos los aspectos de la vida.
Amoral, inmisericorde, despiadada y, sobre todo, muy instructiva, esta incisiva obra concentra tres mil años de historia del poder en cuarenta y ocho leyes claras y concisas. Robert Greene detalla las leyes del poder en su esencia más cruda, sintetizando el pensamiento de Maquiavelo, Sun Tzu, Carl von Clausewitz y otros grandes teóricos y estrategas. Algunas leyes sugieren la prudencia (Ley n° 1: nunca le haga sombra a su amo); otras, el sigilo (Ley n° 3: disimule sus intenciones); otras más, una total falta de piedad (Ley n° 15: aplaste por completo a su enemigo). Pero, nos guste o no, todas tienen aplicaciones en la vida cotidiana. Ilustradas mediante anécdotas de Isabel II, Henry Kissinger, P.T. Barnum y otras figuras que han esgrimido el poder (o que lo han padecido), estas leyes fascinarán a cualquiera que se interese en todas las manifestaciones del control total.
Todo el mundo sueña. Soñar nace del corazón, nos salva y nos transforma. Y todos y cada uno de nosotros tenemos sueños que, en lo más profundo de nuestro ser, queremos cumplir. Pero convertir en realidad un sueño no siempre es fácil porque hay obstáculos que nos impiden hacerlo. La buena noticia es que podemos conseguirlo si sabemos cómo.
¿Por qué algunos sueños se cumplen y otros no? Porque algunos sueños se alinean con las leyes universales de los soñadores. A lo largo de estas páginas, Mayte Ariza nos desvela los secretos y las sencillas fórmulas que debemos seguir para ver nuestros deseos convertidos en éxitos.
Una historia del todo.
Las ballenas cantan jazz. Y el cosmos es un oscuro café. Y todos los plátanos son el mismo. El planeta Tierra es un lugar extraño y fascinante que se puede explicar a través de titulares como estos. En 1977 la humanidad lanzó su primera tarjeta de presentación al universo a través de las sondas Voyager. Desde entonces, un disco viaja por el espacio interestelar con sonidos e imágenes de nuestro mundo dirigidos a una supuesta civilización extraterrestre. Sin embargo, aquel mensaje en una botella es difícil de descifrar, entre otras cosas porque no deja entrever algo que sí hacen las narraciones: las pasiones, los sentimientos, los miedos… En definitiva, las emociones.
Las ballenas cantan jazz es una explicación de nuestra singular existencia a Alice, una entidad hipotética y extraterrestre, escrita por Bob, otro hipotético portavoz humano, dispuesto a compartir el extrañamiento de un mundo que, aunque nos es habitual, no deja de ser formidablemente asombroso.
En las últimas décadas, las transformaciones del capitalismo han resultado espectaculares. La expansión de la financiarización ha otorgado a la renta una nueva centralidad como forma primordial del beneficio. Del mismo modo, cantidades ingentes de inversión se han desplazado de la instalación de industrias y la compra de bienes de equipo a los mercados financieros. Y en paralelo, la digitalización y la consolidación de las nuevas corporaciones tecnológicas han producido formas de concentración económica (y por ende de influencia política) prácticamente inimaginables en épocas pasadas.
Estas transformaciones nos obligan a plantearnos preguntas radicales: ¿se puede seguir entendiendo esta economía, cada vez más orientada a la renta y cada vez más digitalizada, como propiamente capitalista? ¿No estaríamos asistiendo a una mutación de tales magnitudes que deberíamos calificar como un nuevo sistema socio-económico; uno al que quizás podríamos dar el nombre provisional de «tecnofeudalismo»? Alrededor de estas preguntas, los artículos reunidos en este volumen tratan de sentar los términos de uno de los debates más importantes de nuestro tiempo.