Rick Riordan Cuando la embajadora Mahit Dzmare llega al centro del multisistema imperio teixcalaanlí, descubre que su predecesor, el anterior embajador de su pequeña y ferozmente independiente estación minera, ha muerto en extrañas circunstancias. Y nadie parece dispuesto a admitir lo innegable: su muerte no ha sido accidental y ella podría ser la siguiente. En medio de la tensa atmósfera que se respira en los niveles más altos de la corte imperial, Mahit debe averiguar quién está detrás del asesinato y proteger su estación de la incesante expansión de Teixcalaán, al mismo tiempo que investiga una fascinante cultura alienígena, manipula sus engranajes políticos y se esfuerza por preservar el letal secreto tecnológico que esconde; uno que podría rescatar su estación de la aniquilación… o sepultarla para siempre. Una memoria llamada imperio es una impresionante epopeya espacial sobre la colonización de un imperio con ecos del bizantino y el maya, pero también sobre la forma en que las diferentes lenguas moldean el pensamiento (al más puro estilo de La llegada), los conflictos de sucesión (con tintes de Dune) y la investigación de un asesinato dentro de un apasionante entramado político en una civilización tan remota y cercana como la de Fundación.
Una pequeña fiesta llamada Eternidad habla de un mundo que se acaba, pero no todavía: del pasado que nos encauza hacia el futuro, de la noche —con su día— y de la revolución. En estos poemas se baila como bailan los cuerpos al sonar el amor y el deseo, las utopías y las decepciones, la rabia y la esperanza; también las ficciones que «nos ayudan a soportar la vida» frente a la misma vida que no sabemos si decir o no. De fondo se oyen los versos de Sylvia Plath, de Anne Sexton, acaso el golpe beat, tan altos y salvajes los de Carmen Ollé.
En esta celebración inagotable se ama y se promete todo, incluso la salvación. Desde la escritura, y desde el sexo, y desde la insurgencia: en Una pequeña fiesta llamada Eternidad hay fuego y purpurina. La primera persona se conjuga singular y se comprende plural, colectiva. Un libro en el que Gabriela Wiener se asoma hacia la eternidad que sigue a la derrota, y nos lo cuenta aún más personal, aún más político.
Desconocido a su muerte salvo por unos pocos, Arthur Rimbaud (1854-1891) ha sido una de las figuras literarias que han ejercido una influencia más importante y liberadora en la cultura del siglo XX. A traves de su obra y de su vida, Rimbaud fue el primer escritor en convertir la insumisión, en el amor y en la poesía, en una palanca de transformación individual, tambien fue el primero en crear un metodo verosímil para cambiar la naturaleza de la existencia, y, de nuevo, fue quien por primera vez rechazó la idea romántica del artista rebelde, mito del que, paradójicamente, aún depende su reputación.
Shakti Gómez y Yulia Kondrat, dos jóvenes artistas, interpretan e ilustran, recurriendo a símbolos universales y a una iconografía cercana a los grabados que tanto gustaban a Arthur Rimbaud, las dos obras fundamentales del poeta de Charleville: Una temporada en el infierno (1873), el único libro que Rimbaud publicó en vida como renuncia a la poesía y testamento como escritor, e Iluminaciones (1874-1876), una verdadera bomba de relojería preparada para explotar en la imaginación del lector.
En 1972, cuando unos obreros de la ciudad de Pottstown (Pensilvania) excavan los cimientos de una nueva urbanización, lo último que esperan encontrar es un esqueleto en el fondo de un pozo. De quién es ese esqueleto y cómo ha llegado hasta allí son dos de los secretos que esconde Chicken Hill, el humildísimo barrio donde judíos inmigrantes y afroamericanos comparten ambiciones y penas. Y allí, en Chicken Hill, cuarenta años antes de ese descubrimiento, vivían Moshe y Chona Ludlow: Moshe organizaba conciertos en el teatro que había fundado y Chona regentaba la tienda de comestibles El Cielo y la Tierra. En los años en que el Ku Klux Klan se enseñoreaba y los puestos importantes los ocupaban los blancos, esta novela narra la odisea de varias comunidades que osan enfrentarse a las injusticias. Lo demostrarán el día en que el Estado vino a buscar a un niño sordo para internarlo en un terrible centro, y Nate Timblin, el conserje del teatro de Moshe y líder oficioso de la comunidad negra de Chicken Hill, tomó cartas en el asunto.
Alejandra Pizarnik es una de las escritoras en español más influyentes de la literatura de nuestro tiempo. Es la creadora de una escritura, en sus propias palabras, «densa y peligrosa», pero también de una de las experiencias de lectura más revolucionarias que podamos encontrar. Una revolución, nos cuenta Gabriela
Borrelli Azara en su epílogo, interna y profunda, cuyo movimiento conduce al enigma.
Esta antología recoge los mejores textos en prosa de Pizarnik, quizá la parte más desconocida de una obra en la que los géneros se transgreden constantemente. Así lo explica Luna Miguel en su prólogo: «Empeñarse en decir que esto no es poesía, ya lo verán, sería bastante discutible. [...] Sus pequeños cuentos alucinados son largos poemas. Su teatro es una escenificación de su ritmo poético. Sus relatos largos o crónicas esconden todas las trampas y los trucos de su poesía».
¿Cuánto sabe una madre? ¿Cuánto calla, cuánto dice, cuánto miente? Mientras las madres viven, los hijos somos hijos por encima de todo: más hijos que hermanos, más que maridos, más que padres. Colgamos de nuestras madres como el escalador de su mosquetón, no importa la edad, no importa la distancia. Si hasta su muerte mandan sus genes, después de su muerte manda la ausencia. «Si mamá me viera…», «Mamá se estará riendo, seguro», «¿Qué pensaría mamá de esto?». Hablamos con ellas cuando nadie nos mira, porque sabemos que están, aunque no las veamos. Sabemos que son eternas.
La tarde en que Fer, Emma y Silvia llevan a urgencias a su madre, aquejada de lo que parece una leve infección, no imaginan que la vida ha dispuesto para ellos un escenario totalmente inesperado. Al salir del hospital después del breve ingreso, el paisaje familiar es otro: los tres hermanos se convierten a la fuerza en hijos y cuidadores mientras se preparan para la posible orfandad que quizá vaya a dejar tras de sí un ser tan excéntrico e insustituible como Amalia.
Un delicioso libro situado en un centro comercial.
La autora mezcla elementos modernistas y románticos que te trasportan a un mundo ilusorio que trasciende el tiempo a través de las diferentes boutiques y lugares de ocio por los que suceden las historias. Cada escenario está cuidado al detalle y decorado magníficamente. Una obra imprescindible en la que se puede disfrutar del arte de Hiromi Matsuo a todo color.
Mito legendario y proteico, el vampiro ha acompañado al ser humano desde tiempos inmemoriales, al acecho como anunciación de la otredad, los miedos reprimidos y la voracidad de nuestros traumas, o formando parte indisociable de nuestra esencia como plasmación de la mitad oscura e ilustración de la dualidad que nos constituye y materializa nuestros anhelos e instintos más inconfesables.
La presente antología traza la evolución del vampiro en lengua inglesa desde sus manifestaciones en textos medievales, con semas y modus operandi que anticipan las características primordiales del chupasangres en siglos posteriores, hasta la eclosión manifiesta del ente en el periodo decimonónico, con la canonización de los vampiros de Polidori, Byron, Le Fanu, y, sobre todo, la obra seminal de Bram Stoker, desembocando en la idiosincrasia ecléctica o la reinterpretación vanguardista y alejada de los presupuestos clásicos y puristas que dinamizan la variedad y estilización del mito en la primera mitad del siglo xx, como génesis de las drásticas transformaciones que se darían, posteriormente, en la posmodernidad, metamorfoseándose el vampiro en un icono adolescente o una suerte de zombi descerebrado y despojado de su aura aterradora.
A principios del siglo XX, en una pensión de la Riviera, una viuda inglesa ya mayor regala a un anónimo oyente austriaco una confesión imprevista: en su juventud, tuvo un encuentro en un casino de Montecarlo con un joven aristócrata polaco que la llevó a vivir veinticuatro horas de frenesí, a debatirse con las convenciones de la sociedad y a arriesgarlo todo por una pasión pasajera. En esta historia sobre la obsesión y la memoria, Stefan zweig despliega su prosa envolvente, su fina ironía y su capacidad de análisis psicológico para crear un clásico inolvidable.
Los años 50 retratados por Richard Yates tienen demasiados parentescos con los tiempos que vivimos. El aislamiento que nace de la comodidad. La incomunicación que produce la falta de sentimientos sinceros. La pérdida, muchas veces inconsciente, de valores, que en algún momento parecían fundamentales.
Brillantes, bellos y confundidos, Frank y April Wheeler tratan de sostener sus ideas incluso contra sí mismos y sus debilidades. Yates los examina con una lucidez que tiene mucho de tristeza en esta magnífica novela: una indagación profunda y conmovedora sobre lo que las personas dejan que la sociedad haga con ellas.