Fuente Amarga es un pequeño pueblo en el sur de Italia, rodeado por campos áridos a los que los hombres entregan la vida. Un pueblo como muchos, que sin embargo, para quien nace y crece allí, es el cosmos, con sus leyes universales e inmutables. En Fuente Amarga, los «paletos» sufren injusticias y abusos tan atávicos que les parecen naturales como la lluvia y el viento; y la escalera social para ellos tiene dos peldaños: la condición de gleba a ras de suelo y, solo un poco más arriba, la de los pequeños propietarios. Por encima de todos (y de todo), inalcanzables en su condición de caprichosos semidioses, los señores de la tierra, perpetuos custodios del poder al que sirven y representan según el soplo del viento de cada época. Con el advenimiento de la dictadura fascista, el orden social se tambalea, y sobre los fuenteamargados se desencadenan nuevos abusos que constituyen el relato de esta novela.
Fuera de la isla no hay nada: una niebla que mata todo lo que toca destruyó por completo el mundo. En la isla, sin embargo, ciento veintidós aldeanos y los tres científicos que los gobiernan viven en un paraíso idílico gracias al sistema de seguridad que los protege de la niebla.
En la isla, los días son plácidos y los isleños viven felices pescando y cultivando la tierra hasta que, para horror de todos, descubren que uno de sus tres amados científicos ha sido brutalmente asesinado. Y eso no es todo: el asesinato ha desencadenado una cuenta atrás que hará que, si el crimen no se resuelve en las próximas 107 horas, el sistema que los protege se desactive y la niebla inunde la isla y acabe con todos los que están en ella.
Estampas poéticas, estampas venecianas, estas reflexiones acerca de la ciudad abren brechas en la memoria del escritor, que entrelaza recuerdos personales con hechos acaecidos en esta ciudad de agua, agua que, como él mismo dice, «la golpea y la rompe en pedazos, aunque al final la recoja y la lleve consigo hasta depositarla, intacta, en el Adriático». Esa percepción y ese contrapunto entre imágenes y pensamientos se asociarán para siempre en la mente del lector con el nombre de Venecia.
En Japón se oculta un lugar legendario. Muchos van en su busca, pues creen que allí pueden encontrar las respuestas que necesitan. Tan solo hay que dejarse llevar por el intenso aroma del café, cruzar la puerta del local, sentarse y pedir una taza.
Antes de que su bebida se enfríe, los clientes podrán revivir el pasado y revisitar aquel momento en el que tomaron una decisión que les atormenta, en el que callaron cuando querían decir la verdad, en el que se equivocaron.
Entre ellos están el profesor Kadokura, que ha descuidado a su familia por el trabajo; Sunao y Mutsuo, afligidos por haber tenido que despedirse de su querido perro; Hikari, arrepentida por no haber aceptado la propuesta de matrimonio de su novio Yoji; y, por último, Michiko, que ha regresado al sitio donde vio a su padre por última vez.
Si demuestran ser lo bastante valientes como para mirar al pasado, podrán verlo bajo una luz diferente y vivir el presente con serenidad. ¿Serán capaces de aprovechar la oportunidad?
Mito legendario y proteico, el vampiro ha acompañado al ser humano desde tiempos inmemoriales, al acecho como anunciación de la otredad, los miedos reprimidos y la voracidad de nuestros traumas, o formando parte indisociable de nuestra esencia como plasmación de la mitad oscura e ilustración de la dualidad que nos constituye y materializa nuestros anhelos e instintos más inconfesables.
La presente antología traza la evolución del vampiro en lengua inglesa desde sus manifestaciones en textos medievales, con semas y modus operandi que anticipan las características primordiales del chupasangres en siglos posteriores, hasta la eclosión manifiesta del ente en el periodo decimonónico, con la canonización de los vampiros de Polidori, Byron, Le Fanu, y, sobre todo, la obra seminal de Bram Stoker, desembocando en la idiosincrasia ecléctica o la reinterpretación vanguardista y alejada de los presupuestos clásicos y puristas que dinamizan la variedad y estilización del mito en la primera mitad del siglo xx, como génesis de las drásticas transformaciones que se darían, posteriormente, en la posmodernidad, metamorfoseándose el vampiro en un icono adolescente o una suerte de zombi descerebrado y despojado de su aura aterradora.
Charles Marlow es enviado desde Londres al Congo en busca del responsable de una explotación de márfil, Kurtz, del que hace tiempo no se tiene noticia. Durante esa aventura, que le lleva a adentraser río Congo arriba, Marlow descubrirá la dureza de la oscuridad de una sociedad colonial brutal y miserable impuesta por los europeos en el corazón de África. Conrad traslada a este libro el viaje que realizara como capitán de un mercante, cuando Leopoldo II de Bélgica era propietario del Congo, que le adentró en las tinieblas y le hizo abandonar la vida de marino y la esperanza en la condición humana.
La segunda a la derecha y todo seguido hasta el amanecer». Allí se haya el país de Nunca Jamás, territorio de la eterna juventud, de sueños, hadas, piratas… Porque allí habitan inolvidables personajes: Peter Pan, Wendy, Campanilla y el capitán Garfio, entre otros. En una lucha entre el bien el mal, la venganza y la amistad, la luz y las sombras, y a través de inauditas e imaginativas aventuras, todos ellos nos conducen por la senda del tiempo y la existencia más humana; ellos nos recuerdan al niño que fuimos y al adulto que a veces no queremos ser. Y es que, en el fondo, nuestras vidas no son otra cosa que un eterno retorno al país de Nunca Jamás. Y ahora, lector, deja volar tu imaginación…
Escenas de una infancia reúne, por primera vez en lengua española, una selección de la mejor prosa breve del Premio Nobel de Literatura. De los relatos aquí contenidos, algunos se adentran libremente en el terreno de lo autobiográfico, como las extraordinarias estampas de "Escenas de una infancia" o "El pelo de Line": evocan primeras veces, amistades, perdidas, el descubrimiento del deseo, instantes de felicidad y fracasos más o menos estrepitosos. Y entre estos relatos se intercalan joyas de otro tenor, como su primer texto publicado, "Él", o la inquietante y onírica novella "Y ya puede venir el perro", en la que una disputa entre vecinos desencadena un espiral de tensión y violencia que avanza hacia un clímax inapelable.
Una pieza de arte de Tomás Hijo.
Una obsesión se ha apoderado del alma de Robert Blake. Cada día observa, desde la ventana de su estudio, la silueta de la iglesia abandonada que se alza sobre Federal Hill. Cuando finalmente decide atravesar los decadentes barrios que rodean el templo, Blake accederá a un escenario acorde con sus gustos por lo oculto: extraños manuscritos, ídolos inquietantes, símbolos blasfemos, un cadáver olvidado…
Todos ellos vestigios de un viejo culto dedicado a obscenas deidades cósmicas. En el centro mismo de ese enclave de pesadilla, Blake se encontrará con un artefacto ancestral vinculado a terrores inimaginables que amenazarán con desgarrar su mente y el tejido mismo de la realidad
Experiencias cotidianas que se trasforman en historias memorables; rutinas familiares que, con el tiempo, se convierten en recuerdos atesorados; viajes que marcan el curso de una vida. Benito Taibo explora la profunda conexión que existe entre su historia personal y la comida: desde los miedos de su infancia, las celebraciones en la mesa con los amigos, los libros y las películas que lo han acompañado, hasta los sabores que evocan en él a las personas que ha amado y ya no lo acompañan. Del ajo al kebab, esta primera parte de Cuchara y memoria es un testimonio de su propia existencia, pero también, como explica el mismo autor, una forma de vencer el tiempo y conservar la belleza de la vida.